Asustada por la reacción de su esposo, pero harta de los malos tratos que recibía, una mujer puso una denuncia en contra de su pareja ayer ante el Ministerio Público.
La hostigaba
Blanca recordaba que a hace cinco años, cuando tenía 19, se vino desde su natal Valparaíso, Zacatecas, porque Juan Antonio Torres, quien en ese entonces tenía 49 años, le prometió estabilidad en un hogar sin golpes ni maltratos, lo que ella había vivido con su mamá.
Al mes de llegar al rancho de Juan Antonio, en el ejido Los Ángeles, de Lerdo, los golpes contra Blanca comenzaron.
Luego de dos años de vivir en pareja nació Abel, hijo de la relación. Los celos por parte de Juan Antonio agravaron la situación, Blanca estaba desamparada.
En el encierro
Hace cinco meses, Juan Antonio comenzó a encerrar a Blanca y a su hijo en una habitación de la casa en el rancho.
Días sin comer, llenos de angustia y sin poder ver el sol, Blanca cuidaba a Abel, quien a sus tres años y medio no pronuncia ninguna palabra.
El jueves por la noche, una vecina que se escabullía por las noches a la casa le prestó un celular a Blanca, quien llamó para pedir ayuda. “En menos de 20 minutos, los agentes de la DEI llegaron a la casa, tiraron una ventana y me rescataron”, explicó con el corazón roto Blanca, mientras abrazaba al pequeño Abel.
Se descuidaron
Blanca durmió en la DEI. Por la mañana quedó a disposición del departamento de Trabajo Social de la Subprocuraduría de Justicia en Lerdo.
Cuando acudió a poner la denuncia, el Ministerio Público de delitos sexuales la hizo esperar en la sala de espera. Según testigos, Juan Antonio llegó y se la llevó a la fuerza.