El británico Andy Murray calificó su derrota de ayer como la más decepcionante de su carrera. (EFE)
NUEVA YORK, NY Juan Martín del Potro y Fernando González, dos auténticos bombarderos, tienen a Argentina y Chile más cerca de la gloria en el Abierto de Estados Unidos. Andy Murray, sin embargo, se desinfló ayer y con él las esperanzas de ver al primer campeón británico en un Grand Slam desde la década de los 30s.
Ataviado con la toga de segundo preclasificado y al año siguiente de haber perdido la final, Murray se frenó bruscamente en los octavos de final al perder mansamente 7-5, 6-2, 6-2 ante el croata Marin Cilic.
El revés de Murray impidió una revancha en cuartos de final con Del Potro, a quien había derrotado el año pasado en esa misma instancia.
Del Potro, sexto preclasificado, sí cumplió con su parte. A fuerza de su saque, el argentino de 20 años y 21 meses doblegó 6-3, 6-3 y 6-3 al español Juan Carlos Ferrero.
El chileno González (11) vino de atrás para vencer 3-6, 6-3, 7-6 (3) y 6-4 al francés Jo-Wilfried Tsonga. González se instaló en la ronda de los ocho mejores por segunda vez en Flushing Meadows, luego que lo había hecho en su primera presentación aquí en 2002.
"Después de siete años, esto para mí es importante. No son muchos los jugadores que pueden decirlo, pero no me doy por cumplido", destacó González.
Su rival de turno será el español Rafael Nadal (3), quien venció 6-7, 6-3, 6-1 y 6-3 al francés Gael Monfils (13). Con esta victoria Nadal recupera el número 2 del ranking.
A primera vista, el triunfo de Del Potro se percibe como des-igual, pero ni tanto. Su potente saque fue lo que marcó diferencias, al servir 22 aces.
"El saque siempre me ayudó cada vez que lo necesité, en esta superficie es fundamental sacar bien en los momentos importantes", dijo Del Potro.
Ferrero, un ex número uno del mundo, nunca pudo quebrarle el servicio a Del Potro y tuvo que mirar impotente cómo el argentino levantó un 15-40 al disparar tres saques directos.
La derrota de Murray ante un rival al cual había vencido en los tres partidos anteriores ha sido la gran sorpresa del torneo, amén de la impactante irrupción de Melanie Oudin y el regreso de Kim Clijsters.
Oudin es la chica estadounidense de 17 años que dejó en el camino a un trío de preclasificadas rusas para avanzar a los cuartos de final, la local más precoz en lograrlo desde la irrupción de Serena Williams en 1999.
Y qué decir de la belga Clijsters, de vuelta al circuito tras un sabático de dos años para casarse y dar a luz a una niña. La paliza 6-2 y 6-4 que le propinó a la china Li Na, decimoctava preclasificada, le permitió convertirse en la primera mujer en avanzar a las semifinales.
"Estoy sorprendida de encontrarme aquí hablándoles", dijo Clijsters, quien le apunta a convertirse en la primera madre en ganar un título de Grand Slam desde que Evonne Goolagong Cawley lo hizo en 1980. Clijsters venció en octavos a Venus Williams y ahora se medirá con la menor de las hermanas. Serena.
Con el ascenso al segundo puesto en ranking de tenistas, dio fuerza a la percepción de que Murray contaba con el arsenal necesario para acabar con el reinado de cinco años de Roger Federer en Flushing Meadows.
Pero se topó con un brillante Cilic (16), quien por primera vez se instaló entre los ocho mejores de un Slam.
Cilic levantó un par de puntos para set en el primer parcial y luego apabulló a Murray en los dos siguientes.
"Estuvo por debajo de mi nivel en todas las facetas de mi juego, en lo mental, la derecha, el revés, la devolución", dijo Murray, quien el año pasado perdió la final ante Federer.
Su desempeño fue desconocido al cometer 29 errores no forzados y apenas pudo conseguir 13 winners. "Ha sido la peor derrota de mi carrera", reconoció un Murray que durante el partido se quejó de una molestia en la muñeca izquierda.
La estadounidense Serena Williams, campeona defensora del Abierto de Estados Unidos, se instaló ayer en las semifinales del último Grand Slam del año, al superar a la italiana Flavia Pennetta.
Se instala Serena en las semifinales
La segunda favorita no tuvo mayor problema para acceder a la antesala de la final del US Open, al derrotar a Pennetta, décima sembrada, por parciales de 6-4 y 6-3 luego de una hora y 15 minutos de juego.
La campeona no dio opción a su adversaria, que no pudo ni siquiera ofrecer el espíritu de lucha que mostró ante la rusa Vera Zvonareva, que le permitió dar la vuelta al partido. La tenista transalpina sólo ofreció resistencia a la estadounidense en los inicios de cada set. Pero Serena apretó el acelerador en el momento decisivo, quebró el saque rival y terminó con la situación. La hermana menor de las Williams, "Serena Slam" alcanzó el 61 por ciento de efectividad en su servicio, realizó siete saques "ace" y cometió una doble falta, mientras que su rival sólo llegó al 57 por ciento.
Para las semifinales, la norteamericana se medirá a la belga Kim Clijsters, quien regresó al circuito luego de dos años de ausencia.
Ambas raquetistas se han visto las caras en ocho ocasiones, y el marcador se encuentra a favor de la local por 7-1.
La oriunda de Florida, quien no ha cedido ni un solo set en lo que va del certamen, desea retener el título de Nueva York, el cual ha conseguido en tres ocasiones y adjudicarse su duodécimo Grand Slam.