Las razones que obligaron a los derechohabientes a reestructurar se vinculan con la crisis económica.
Las dificultades económicas obligaron a 137 mil deudores a reestructurar su crédito con el Infonavit durante 2008. Esta cifra significó un aumento de 39 por ciento respecto a 2007, cuando 99 mil personas se acercaron a renegociar.
De acuerdo con información del organismo tripartita, desde que inició la estrategia de cobranza social en 1995, redocumentaron su préstamo 499 mil 833 clientes.
En el Infonavit, aseguraron que las razones que obligaron a los derechohabientes a reestructurar se vinculan con la crisis económica actual.
“Hay personas que ante el incremento en el precio de los alimentos, colegiaturas, deudas con tarjetas, tienen un menor margen para cumplir con la mensualidad”, explicaron.
No obstante, hay un esfuerzo por ofrecer diversas alternativas y que no dejen de pagar.
Bajo el programa de cobranza social se ponen sobre la mesa 38 productos que atienden diferentes causas que imposibilitan a un trabajador a cumplir; éstos atienden casos que se relacionan con la disminución de ingresos, desempleo, enfermedad del acreditado o de algún familiar.
Al cierre de 2008, el índice de morosidad del Infonavit se ubicó en 4.5 por ciento, mientras que en 2007 llegó a 3.9 por ciento. En la actualidad, reporta una cartera total por 580 mil millones de pesos; de ésta, 30 mil millones presentan atrasos mayores a 90 días. El número de créditos es de 3.2 millones y los vencidos ascendieron a 145 mil. De acuerdo con funcionarios del organismo, la cartera vencida es manejable y no representa riesgo. En 2000, este indicador superó 12 por ciento.
Adelantaron que en 2009 el Infonavit pondrá en marcha una campaña de difusión para que los acreditados con problemas de pago se acerquen al instituto. Además, se reforzará el esquema de cobranza, a fin de premiar a los clientes puntuales e incentivar a los que se les dificulta hacer frente a sus compromisos. A través del plan de cobranza, el Infonavit contrata a una red de profesionales que se denominan promotores de solución. Éstos se conforman por amas de casa o profesionistas que reciben capacitación sobre los productos de reestructura que ofrece la entidad.
Los promotores, que no son abogados de cobranza, visitan a los clientes en sus viviendas para explicarles las opciones que tienen para regularizar su préstamo.
Incluso, si el afiliado no está de acuerdo con la alternativa, puede recurrir a un órgano de conciliación que opera en todas las delegaciones del país. Y para las personas que perdieron su trabajo hay una prórroga temporal que permite a los deudores suspender el pago del préstamo por 12 meses.
No obstante, mientras se utilice este beneficio, los intereses que se dejen de pagar se acumularán y la vida del crédito será más largo.