Va por la paz. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, sólo espera el apoyo de la comunidad internacional para entablar prácticas con los insurgentes del Talibán, para lograr un acuerdo de paz. AP
El presidente afgano Hamid Karzai dijo que está dispuesto a hablar con el jefe de la insurgencia Talibán para lograr la paz en su país si la iniciativa cuenta con el apoyo de Estados Unidos y otros aliados internacionales.
Durante una entrevista Karzai dijo que "algunas secciones de la comunidad internacional" han diezmado otras iniciativas de paz con el Talibán al acosar a los mediadores "incluso cuando habían abandonado la insurgencia", pero no dio ejemplos específicos de esto.
Esta fue la primera entrevista de Karzai desde que el presidente Barack Obama anunció una nueva estrategia para la guerra en Afganistán, adonde se enviarán otros 30,000 efectivos. El martes en su discurso a la nación, Obama dijo que si todo sale de acuerdo a lo planeado Estados Unidos comenzará a retirar efectivos en julio de 2011.
Karzai dijo ayer que la medida para comenzar el retiro de los militares dará "ímpetu e impulso" a los afganos para que luchen por tomar el control de su país.
"Debemos hablar con el Talibán como una necesidad afgana. La lucha contra el terrorismo y el extremismo no puede ganarse si se combate solo", dijo Karzai y agregó que estaría dispuesto a negociar con el jefe del Talibán, el mulá Omar.
"Personalmente, hablaría sin dudarlo con el mulá Omar", agregó. "Haré lo que sea necesario para traer la paz a Afganistán, yo, como presidente afgano. Pero también estoy consciente que no lo puedo realizar solo y sin la ayuda de la comunidad internacional".
Karzai ofreció hablar con Omar poco después que el Talibán fuera retirado del poder en la invasión dirigida por Estados Unidos en 2001, pero desistió ante la presión estadounidense. Desde entonces ha ofrecido negociar con los integrantes del grupo miliciano que estaban dispuestos a dejar la insurgencia.
Omar desapareció después de la caída del régimen Talibán y se cree que vive en Pakistán, una teoría que rechaza el Gobierno de ese país.
Más temprano ayer, el más alto comandante militar estadounidense en Afganistán hizo labor de convencimiento ante los integrantes del parlamento afgano sobre la nueva estrategia militar que propone su país y prometió que los efectivos internacionales no se irán hasta que las fuerzas afganas puedan tomar el control de la seguridad.
"No reduciremos las fuerzas de coalición sin el aumento de la capacidad de las fuerzas afganas", dijo el general Stanley McChrystal a unos 30 miembros del parlamento afgano.
Su discurso fue un poco distinto del de Obama, transmitido por televisión el miércoles. El presidente se dirigió principalmente a los estadounidenses y subrayó la estrategia de retirada. McChrystal enfatizó ante el parlamento afgano que Estados Unidos se quedará tanto como sea necesario. La reunión se realizó después de tener charlas con el presidente Hamid Karzai y varios ministros de relevancia el miércoles.
Enviarán más de 20 países refuerzos: OTAN
Más de veinte países que hacen parte de la misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, la ISAF, han confirmado que enviarán más soldados al país asiático, afirmó aquí el portavoz de la OTAN, James Appathurai.
Los detalles están siendo discutidos en un consejo de ministros de Exteriores de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que dirige la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la ONU en Afganistán.
De acuerdo con Appathurai, la misión aliada tiene "una carencia significativa de instructores" para la formación de soldados y policías afganos.
Además, son necesarias otras unidades de combate, especializadas en inteligencia y en desactivación de explosivos.
El secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, ya había anunciado que los aliados estarían dispuestos a destacar un total de cinco mil tropas adicionales a la misión.
Appathurai destacó que las recientes confirmaciones 'muestran la clara determinación' del resto de los aliados en apoyar la nueva estrategia estadounidense para Afganistán, que incluye el envío de un refuerzo de 30 mil soldados al país.