Observación. Alejandra Guzmán se encuentra en observación en un hospital de la Ciudad de México, donde estudian una especie de tumor benigno que tiene. La intérprete desmintió todo lo dicho sobre ella.
MÉXICO, DF. Ni estuvo a punto de morir y tampoco tuvo problemas al realizársele una intervención quirúrgica en los glúteos como ayer se dijo...
Lo que en realidad le pasó a Alejandra Guzmán es que tuvo una fuerte infección producida por rascarse la espalda en una reja durante la grabación de su nuevo disco, Única.
La rockera fue ayer la noticia del día al publicar la revista Quién en su portal, que la intérprete estaba muy grave en un nosocomio de la Ciudad de México al ser víctima de una intervención estética mal practicada en los glúteos; dicha información fue "soltada" por la conductora Shanik Berman.
Sin embargo, "la Guzmán" explicó vía telefónica al diario Reforma desde el hospital que estaba a la espera de que los médicos le controlaran la infección que padece para luego someterla a una operación para retirarle una especie de tumor benigno.
"Tengo este problema en la parte lumbar desde que me fui a grabar mi disco a Londres pensando que era un lipoma, pero era una infección. He pasado por todos los doctores, pasé por un neurólogo en Miami, me mandaron con el endocrinólogo; al final, fui con mi ortopedista y detectamos que es una severa infección. Gracias a Dios estoy bien. No es cáncer ni nada de eso", señaló.
Con voz animada, Guzmán agradeció la preocupación que surgió tras el anuncio de su enfermedad, aunque se vio envuelta en rumores de que se trataba de problemas por una mala cirugía plástica.
"Estoy aquí escuchando todos los rumores, pero sólo quiero decir que estoy bien".
También dijo que esperará hasta que esté completamente bien para reanudar la promoción de su álbum, que saldrá a la venta el 24 de noviembre, de acuerdo con la disquera EMI, cuyos representantes añadieron que el primer sencillo, Mentiras Piadosas, comenzará a escucharse en la radio la próxima semana.
TODO POR RASCARSE
Lejos de la imagen de una Alejandra Guzmán postrada en cama, la cantante ayer tomaba un té mientras tejía para relajarse.
"Todo por rascarse en una reja, se le infectó; le pusieron antibiótico. En Miami también la vio un doctor; el sábado que hizo el show en Pachuca ya no aguantó el dolor. Se vino con el oncólogo, pero dicen que no tiene nada de cáncer ni nada, sólo la infección, que se la tienen que parar porque ya tiene mucho tiempo, lleva dos meses.
"Pero aquí está conmigo, tomando un té, está tejiendo, bordando, anda muy hacendosa, oyendo todos los chismes", comentó Silvia Pinal, madre de la intérprete.
La tragedia la persigue
Apenas hace dos años, Alejandra Guzmán vivió un momento difícil de salud al serle diagnosticado cáncer de mama.
Una amiga de su madre le había contado su experiencia y que tenía que recibir radioterapia, lo que la asustó y la condujo a una revisión donde descubrió que ella también lo padecía, explicó.
El 10 de agosto de 2007, dos días después del diagnóstico, se operó para extirpar el quiste de unos cinco milímetros que tenía en el pecho, señala a la publicación.
"Yo me negué a dejar de vivir, de respirar, de amar. Cuando el doctor me entregó el diagnóstico me di cuenta de que la vida era de papel. Vi la muerte frente a mí", revivió la artista, quien aseguró que en todo momento mantuvo una actitud positiva y valiente.
Durante todo el proceso, su hija Frida, de entonces 15 años, la estuvo apoyando, y Alejandra le prometió que no se iba a morir.
También agradeció el apoyo recibido por toda su familia y opinó que tenía una segunda oportunidad para vivir y ser lo que ella quisiera.
