Éste es un día que pudiera ser propicio para que se profese un sinfín de actividades relacionadas a la brujería. A decir del presbítero Víctor Manuel Solís, vocero de la Arquidiócesis, es momento de tener cuidado con los charlatanes, con la red de personas que surgen como engañadores.
Manifestó: "la palabra demonio significa engañador, el que divide, ésa es la primera tentación que alimenta la ignorancia religiosa, no influenciarnos por engañadores".
Señaló que se tiene que afirmar que las prácticas de exorcismo son "palabras mayores", es una cuestión seria y delicada que no puede tomarse a la ligera, ni juzgarse con premura, ya que no lo puede practicar cualquiera.
"No se trata de estar viendo demonios por todos lados. Nos apoyamos en un discernimiento estricto que pasa por el filtro del apoyo de la ciencia y cuando el médico especializado en la conducta humana afirma que ya no tiene otra opinión, le corresponde a la Iglesia definir si se realiza un exorcismo mayor".
"En Durango no se ha relizado ninguno, el 99 por ciento son oraciones de liberación, apoyos en el marco de la pastoral de atención a las personas que presentan patologías de disfunciones psicologócas desde sencillas hasta severas".
En la Arquidiócesis sólo tres sacerdotes tienen la facultad de hacer un exorcismo: Ignacio Alcázar, Raúl Moreno y Víctor Solís.