Maestro. Fito Páez enloqueció con sus temas y hasta con su mal genio en la Cumbre El Tajín, en donde hizo un recorrido por sus temas más exitosos.
PAPANTLA, VER. El clamor fue generalizado. El nombre de Fito Páez paseó el jueves por los alrededores del Nicho de la Música, pero no lo hizo solo, también lo hizo, pasear, la legendaria figura del Flaco argentino su mal genio y su séquito de seguridad. Nadie lo pudo ver de cerca, "no sea que lo vayan a molestar", dijo un cancerbero.
Se notó la diferencia de público. Mientras que con Zoé y Babasónicos una noche antes, todo fue juventud, algarabía y ríos cuadalosos de cerveza, bailes frenéticos, con Fito todo fue gloria espasmódica, treintones que disfrutaron del olor a hierba selvática y riachuelos de chela.
A un costado del escenario, desde donde se veía bien al artista -que vistió traje negro y playera blanca, tenis del mismo color-, eran más notorias las innumerables gesticulaciones con las manos y la cara del argentino.
Gritos, reclamos, movimientos negativos con la cabeza, palabras de "despierten, despierten". Todo buen neurótico es perfeccionista por naturaleza, y Fito saca 10 en esa materia. A todos regañaba, pedía más sonido "para las voces, de él y el de la guitarra".
Luego de un solo de piano, Páez reventó la noche y surgió volcánico de entre sus teclados para deleitar con Polaroid, Al Lado del Camino, 11 y 16, Circo Beat, de las más laureadas, Ciudad de Pobres, A Rodar mi Vida.
Se fue y el escaso pero muy escandaloso público lo devolvió con el grito de batalla por estos lares veracruzanos: "Oe, oe, oe, oeee, Fitoooo, Fitooo
Retornó y dijo "sí, todos nos lo merecemos". Dar es dar y por supuesto Mariposa technicolor culminaron una noche de ensueño para estos pocos privilegiados que no olvidarán el recital jamás.
Seduce a la buena
Con una voz única y sus letras reivindicativas, La Mala Rodríguez, la reina del hip hop de la escena rap española, sedujo a un público emotivo en la Cumbre Tajín 2009, en su mayoría varones, quienes en repetidas ocasiones emitieron silbidos a lo largo de su actuación.
El encuentro abrió una vez más las puertas al hip hop español en un recital que se caracterizó por el temperamento que plasma en una particular forma de concebir su estilo. Y no estaba de más si esta rapera de 31 años, provocó además de suspiros, movimientos sensuales, mismos que le valieron una gran ovación por parte de más de 500 fans.
La cantante hizo un recorrido por sus tres materiales discográficos: Lujo Ibérico, Alevosía y Malamarismo. La rapera con la lengua más viperina de la península, jugo a los malabares con todos los estilos que tenía en mente.
