Noche 'Maldita'
Torreón se desbordó en magia y baile con la Maldita Vecindad.
La espera fue larga, pero la recompensa fue mayor. La tarde del viernes se hizo noche y los que esperaban por ver el anunciado “Laguna Rock Festival 09”se impacientaban. Se había dicho que el evento empezaría a las 6:00 p.m., pero las horas transcurrían en vano.
“Me parece extraordinaria la energía de la gente porque hubo un retraso muy largo, pero todo mundo feliz, bailando”, platicó Roco (vocalista de la Maldita Vecindad) al final del concierto. “Me impresionó ver cómo aquí se saben todas las rolas, hasta las nuevas, eso está buenísimo. Y también lo que me gusta mucho es compartir el escenario con los Panteón (Rococó), que son súper carnales y se arma la fiesta completa de principio a fin. En general me gustó muchísimo, la energía, la cantidad de banda que viene y como siempre en los conciertos de Maldita, gente de todas las edades, chavos, señores, de todo. Es energía de paz y baile”.
Eran poco más de 2:00 de la mañana cuando La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio aparecieron sobre el escenario. Solín fue el tema con el que dieron inicio a la aventura musical, con Roco como el gran faquir. Luego vino Morenaza, y todos se pusieron a bailar.
“Hoy (ayer) es nuestro último concierto del año y también el último con este show. El año que viene, definitivamente es todo el show del material nuevo, también estamos ahí con algunas sorpresillas. Muy contentos porque ya por fin tenemos afuera el Circular Colectivo (su nuevo disco), y con esta idea, de estar circulando como la sangre en el cuerpo, como el símbolo de la unidad, andar por la vida compartiendo en colectivo, como lo que es ‘Maldita’”, dijo un Roco satisfecho tras la velada con los laguneros. Además de sus éxitos, la banda se dio tiempo para presentar su nuevo sencillo: Fut Callejero, para luego seguir con temas como El Gran Circo, Lo Pasado Pasado, Los Agachados, El Tieso y la Negra Soledad, Un Poco de Sangre y Don Palabras.
Para 2010, “de entrada vamos a hacer la gira grandísima que se llama Corona Music Fest, que está muy buena porque prácticamente son conciertos con una gran convocatoria, vamos a estar compartiendo escenario con el Panteón, pero también va a ser como nuestra gira a nivel nacional, entre muchas otras que estamos haciendo, presentando el nuevo disco. De hecho ahorita está en iTunes a nivel México y en marzo lo estaremos presentando en Estados Unidos, en uno de los festivales más importantes de la escena independiente allá que se llama el South by Southwest, en Austin, Texas, y a partir de ahí también se edita directamente en Estados Unidos”.
La Maldita siguió con su paseo por los clásicos, alborotando un aforo que lució una muy buena entrada. Con Pachuco llegó la locura, del centro de la Plaza de Toros emergió una gigantesca nube de arena, producto de la danza callejera que festejaba a sus héroes. Para terminar, se escucharon El País de No Pasa Nada y Kumbala, en una comunión total con toda la banda.
Por último, Roco confesó cuál es el secreto de seguir vigente: “es seguir trabajando ‘en colectivo’, y también toda esa magia que se genera cuando la música suena y que no es nada más de nosotros, sino es de todos los que vienen a cada concierto, por eso al final siempre pido el aplauso para toda la banda”.
Abre el ‘panteón’
El concierto empezó a las 00:10 horas. El “ska” llegó con los éxitos de Panteón Rococó.
Vendedora de Caricias fue la más coreada, pero La Carencia y La Dosis Perfecta, las más bailadas. Panteón interpretó su nuevo sencillo, Arréglame el Alma, tocó su versión de Triste Canción de Amor (del Tri) y se dio el lujo de entonar una parte de I Was Made for Lovin’ you’, del grupo estadounidense KISS.
Horas de espera
La mala organización del evento fue evidente. La cita estaba pactada a las 18:00 horas, pero fue hasta después de las 21:00 que la gente pudo entrar a la Plaza de Toros.
Se dijo que el equipo se tardó en llegar y por eso la demora, lo cierto es que las cuatro agrupaciones locales que iban a ver acción sobre el escenario, se quedaron con las ganas. A los integrantes de estos grupos se les pudo ver cabizbajos saliendo del recinto; otros permanecieron dentro, pero con algo de frustración. Muchos asistentes no aguantaron y se fueron, reclamaron su dinero.