ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL
Estoy dedicando este artículo a una de mis lectoras más asiduas, que semana tras semana está al pendiente de esta columna, se trata de la señora Lilia Rosales Reyes, a quien en realidad estimo y aprecio mucho, que afortunadamente forma parte de mi familia y como toda ama de casa, en esta ocasión el artículo se refiere a los principios básicos que toda Mamá debe saber acerca de la alimentación, yo se que ella está enterada de lo que estoy escribiendo, pero no está por demás darle una recordadita. Pensando en todo lo que hacemos durante el día (caminar, correr, saltar, pensar....) y en lo que realiza nuestro organismo (respirar, oír, ver...) mientras la sangre circula por el cuerpo realizando funciones importantísimas; comprendemos que nuestro organismo funciona continuamente, hasta cuando dormimos. Por esto el hombre, como todo ser vivo, necesita alimentarse para: Reponer las pérdidas de materia viva consumida por la actividad del organismo. Producir las sustancias necesarias para la formación de nuevos tejidos, favoreciendo el crecimiento. Transformar la energía contenida en los alimentos en calor, movimiento y trabajo.
Clasificación de los alimentos por su origen: Los alimentos por su origen se clasifican en tres grupos: Los de origen vegetal: verduras, frutas, cereales. Los de origen animal: carnes, leche, huevos. Los de origen mineral: aguas y sales minerales. Cada uno de estos alimentos proporciona a nuestro organismo sustancias que le son indispensables para su funcionamiento y desarrollo.
Estas sustancias son: Los hidratos de carbono (pan, harinas, azúcares, pastas), de alto valor energético. Las proteínas (carnes, huevos, lácteos, legumbres) necesarios para el crecimiento y formación de los tejidos. Los lípidos (grasas y aceites) productores de energía. Aguas y sales minerales en proporciones variables para el equilibrio de las funciones del organismo. Las vitaminas, sustancias químicas complejas, en cantidades mínimas, pero indispensables para el buen estado del organismo.
Clasificación de los alimentos por su descripción: Alimentos lácteos (leche, caseína, crema, manteca, queso); Alimentos cárnicos y afines (carne, huevos); Alimentos farináceos (cereales, harinas); Alimentos vegetales (hortalizas, y frutas); Alimentos azucarados (azúcares, miel); Alimentos grasos (aceites alimenticios, grasa alimenticias, margarina); Bebidas (bebidas alcohólicas, o sin alcohol, jarabes, jugos vegetales, bebidas fermentadas, vinos y productos afines, licores); Productos estimulantes y fruitivos (cacao y chocolate, café y sucedáneos, té, hierba mate); Correctivos y coadyuvantes (especias o condimentos vegetales, hongos comestibles, levaduras, fermentos y derivados, sal y sales compuestas, salsas, aderezos o aliños, vinagres).
Una buena alimentación debe ser equilibrada y completa, es decir deben estar presentes todos los grupos mencionados y cubrir todas las necesidades del individuo.
Los nutrientes o principios alimenticios son todas las sustancias integrantes normales de los alimentos, por ejemplo el almidón de los vegetales, la grasa de la leche, etc.
Los nutrientes esenciales o principios nutritivos son sustancias integrantes del organismo, cuya ausencia del régimen o su disminución por debajo de un límite mínimo, ocasiona después de un tiempo variable una enfermedad carencial. Ejemplo de nutrientes esenciales son: algunos aminoácidos, la vitamina A, el hierro, el calcio, etc.
El fundamento legal de todo lo expuesto anteriormente, desde luego se encuentra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en segundo término en las leyes ordinarias, una de ellas es la Ley General de Salud, para todo lo relativo a la salud pública. Otra es la Ley de Sanidad Vegetal (2007), Ley sobre Metrología y Normalización. Como leyes complementarias se encuentran: la Ley de Variedades Vegetales, Ley de Capitalización de Procampo, Ley de Desarrollo Rural Sustentable, entre otras.
Para la comercialización y apoyos financieros para la producción de vegetales, existe en nuestro país una normatividad específica denominada Banca y Finanzas, cabe mencionar que la clasificación de la normatividad agropecuaria mexicana, incluyendo esta última, nace en 1996 y se encuentra continuamente en revisión por las modificaciones que se vienen sucediendo de acuerdo a la agenda del Congreso de la Unión.
Esperemos que los nuevos legisladores que conformarán la Cámara de Diputados, estén conscientes de la necesidad de contar con una normatividad sobre alimentos adecuada a las necesidades actuales en materia de salud pública y no sea limitante y frene la producción de alimentos en nuestro país, sino que de una manera honesta, sincera y con vocación de un verdadero servicio, se avoquen exclusivamente al bienestar del pueblo, quienes somos los que confiamos al emitir nuestro sufragio.
Señora Lilia, vaya mi reconocimiento y agradecimiento por sus comentarios a estos artículos cuyo único fin son de enterar a la población de la Comarca Lagunera de algunos "tips" sobre nuestra Normatividad Agropecuaria. Mil gracias.