Bajo una incesante lluvia en la capital catalana, el espigado nórdico Thor Hushovd se apuntó la sexta etapa del Tour de Francia 2009. Noruego gana sexta etapa con meta en Barcelona
EFE
Barcelona, españa.- El gigante noruego Thor Hushovd del equipo Cervelo, se llevó la victoria olímpica de la cima de Montjuic en un pulso con Óscar Freire, al que batió con claridad en los últimos metros de la sexta etapa del Tour, la primera cien por ciento española con el trayecto entre Girona y Barcelona, de 181 kilómetros, en la que el suizo Cancellara retuvo el maillot amarillo de líder.
Hushovd, un ex esquiador de fondo y aficionado a la caza, de 31 años, corpulento como pocos, 1.84 metros y 83 kilos, superó a Freire a tan sólo diez metros de la línea, cuando el cántabro rozaba el sueño de ganar en la Ciudad Condal, que recibía el Tour por tercera vez.
La tercera plaza en la llegada se la apuntó José Joaquín Rojas, otro de los murcianos del Caisse D'Epargne. Así fue el desenlace de una jornada lluviosa, complicada por el agua que cayó sobre Barcelona y marcada por las caídas en el tramo final. La jornada previa a la cita inaugural de la montaña, que los favoritos pasaron con tensión, pero sin cambios en la general. El suizo Cancellara logró su objetivo de llegar de amarillo a Andorra, pero ahí se hará la última foto con la prenda dorada. "Mañana (hoy) se habrá terminado todo", admitió. Pero nadie le quitará una semana de amarillo.
Lance Armstrong y Alberto Contador se mantuvieron en los dos siguientes escalones del podio, el texano con el mismo tiempo de Cancellara, y el madrileño a 19 segundos. Ambos llegaron en el grupo principal, muy atentos en la subida a Montjuic, con el mismo tiempo del ganador, 4h.21.33.
Girona despidió la caravana del Tour con el cielo gris y amenazante. Federico Martín Bahamontes sopló las velas de su 81 cumpleaños en la salida. El Tour le rindió un homenaje por su legendaria victoria de 1959. El "Águila" aprovechó para soltar una de sus profecías: "Contador ganará el Tour aunque tenga el enemigo en casa", dijo.
El pelotón puso rumbo a la Costa Brava con la cabeza puesta en la llegada inminente de la montaña. En el guión estaba marcado un día de transición, de esos que sirven para guardar fuerzas. Luego la lluvia, la tensión y las caídas volvieron a complicar el escenario previsto, en apenas la primera semana de la prueba.