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Nuestra Salud Mental / EL ROL DE LOS MÉDICOS Y LOS MAESTROS EN LA SALUD MENTAL

Dr. Víctor Albores García

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C., (PSILAC)

CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

(DÉCIMA CUARTA PARTE)

De acuerdo a lo comentado en las últimas dos columnas, el tercer problema importante que encontramos pues entre los jóvenes desde el final de la primaria hasta el final de la prepa, aún cuando se prolongue en años posteriores, es el uso de las llamadas “drogas legales”, que puede en muchos casos llegar a convertirse en excesivo, como un abuso de las mismas, lo que traerá naturalmente una serie de consecuencias sumamente importantes para ellos, para sus familias y para la sociedad en general. En un buen porcentaje de los casos, este tipo de patrones entre los adolescentes y adultos jóvenes, suele pasar desapercibido o a oscuras en los hogares, sin que los padres o las familias se den cuenta, o que aún cuando lo perciben, es condonado y justificado al considerarlo como un hábito social. En muchos de los casos efectivamente, se puede considerar como un hábito social sin llegar a los límites de las adicciones, y se presenta así en aquellos hogares en donde los adultos también participan de tales patrones. Sin embargo, en otras familias, los adultos fuman o ingieren alcohol excesivamente, sin que ellos se califiquen a sí mismos como adictos o alcohólicos, puesto que más bien prefieren etiquetarse como “bebedores sociales”, por lo que con mayor razón facilitan y justifican asimismo este tipo de patrones entre sus hijos o hijas adolescentes, y niegan la posibilidad de que se trate de adicciones, ya que ello equivaldría a verse reflejados en sus hijos.

Por otra parte, y a diferencia de los hogares, es en las instituciones educativas donde este tipo de hábitos y adicciones pueden ser detectados en forma más temprana. Gracias a los ojos experimentados de los maestros cuando tienen la oportunidad de conocer a sus alumnos y darse cuenta en muchas ocasiones de la forma en que se comportan en las aulas, especialmente cuando notan ciertos síntomas o cierto tipo de cambios en los hábitos que pueden delatar tales adicciones, o inclusive cuando algunos estudiantes llegan a presentarse alcoholizados a las clases. Sin esos sentimientos de excesivo amor, negación, ni sobreprotección de los padres, y con una visión más imparcial y objetiva, los maestros pueden tomar un rol fundamental en la detección de tales adicciones, ya sea al hablar con los estudiantes para cuestionarlos, aconsejarlos, orientarlos y valorar la gravedad del caso, o para referirlos con el o la psicóloga de la institución. Asimismo, este hallazgo se convierte en una oportunidad para compartirlo con los padres o los familiares, asesorarlos para abrirles los ojos y referirlos entonces a algún servicio de ayuda específico, sea en la consulta externa con psicólogos o psiquiatras según lo amerite, o sea hacia los diferentes grupos de ayuda del tipo de Alcohólicos Anónimos en sus diversas variedades.

Para muchas personas, el hablar del uso del tabaco y del alcohol en los adolescentes en estos términos podrá sonar exagerado, al seguirlos considerando nuevamente como patrones y hábitos estrictamente socioculturales de nuestro ambiente. Ello en cierta forma tiene una parte de realidad, ya que podemos aceptar que a la larga, no todos ellos se convertirán en adictos y abusarán de estas drogas. Sin embargo, las estadísticas en diversos estudios de otros países, han demostrado que cierto porcentaje de ellos sí llega a presentar abuso de tales sustancias, e inclusive se ha encontrado, que en muchos casos de cierto tipo de adolescentes más sensibles o que presentan conflictos psicológicos o psiquiátricos importantes, tanto la nicotina como el alcohol pueden ser utilizados erróneamente como “medicamentos”, sea tranquilizantes o antidepresivos, o asimismo pueden servirles como un estímulo o una puerta de entrada para explorar otro tipo de sustancias con efectos aún más perjudiciales, como sucede en el caso de esa gran variedad de drogas que consideramos como ilegales, y que tan accesibles son hoy en día para cualquier persona de cualquier edad, con consecuencias cada vez más frecuentes y perjudiciales para nuestros jóvenes, para sus familias y para la sociedad en general. (Continuará).

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