ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA EL ROL DE MÉDICOS Y MAESTROS EN LA SALUD MENTAL (PSILAC)
En algunos países del primer mundo, se han organizado cierto tipo de clínicas para el manejo obstétrico de las familias durante la evolución del embarazo, del parto y del postparto, en las cuales funciona un equipo médico completo, formado por el obstetra naturalmente, el perinatólogo, el pediatra, al igual que la partera, las enfermeras asistentes, los psicólogos y los trabajadores sociales. La orientación de tales equipos se extiende no sólo al seguimiento de la evolución y el control del embarazo desde el punto de vista físico, sino también desde una perspectiva del orden psicológico, lo que determina que se tenga una visión más amplia y completa de la importancia de dicho proceso, puesto que tiene que ver con el inicio de la vida de un individuo y de una familia. Obviamente, se trata de una perspectiva y de un criterio bastante avanzados, y que naturalmente tienen mucho sentido y lógica, puesto que un equipo médico tan completo estará mejor capacitado para detectar en esa etapa tan temprana, lo mismo las señales físicas y las psicológicas del desarrollo normal, pero igualmente se mantendrá alerta para reconocer cualquier otro tipo de señales que indiquen la presencia de ciertas disfunciones o trastornos, que requieran de intervenciones específicas ya sea en el área física como en la psicológica. Dichas señales no necesariamente pueden provenir del producto en formación y de su evolución a lo largo de ese período, sino que para el médico bien capacitado y con la experiencia de su práctica en las familias, tales señales también pueden ser captadas en la madre misma, en el padre, en los otros hijos cuando ya los hay o en el resto del círculo familiar.
Tenemos que considerar, que a pesar de que el embarazo es un proceso normal y fisiológico en la vida, desde el punto de vista psicológico también lo podemos visualizar como una especie de "crisis normal", como suelen llamarlo algunos especialistas en el área de la salud mental, debido a los cambios tan importantes que presenta la madre tanto físicos como psicológicos, e igualmente los cambios y reacciones psicológicas que suelen presentar el padre y los demás hijos, o inclusive la familia extensa, así como el ambiente general en el que habitan. Este proceso y los cambios subsecuentes traen consigo toda una serie de sentimientos contrastantes para todos estos personajes, lo mismo reacciones intensas de gozo, alegría, orgullo y satisfacción, a la vez que cierto nivel de estrés y de ansiedad en mayor o menor grado, relacionados con todo aquello que significa para cada pareja o familia una experiencia tan novedosa como ésta. Se trata de sentimientos muy variados y mezclados que deben ser enfrentados y manejados hasta poder encontrar un nivel de equilibrio y de adaptación.
Tenemos que tomar en cuenta en nuestros tiempos, que gracias al mayor nivel de cultura médica entre la población y a los adelantos en los conocimientos y la tecnología médica, ello ha repercutido para que en un alto porcentaje de los casos la decisión de tener hijos sea mucho más valorada, reflexionada y planeada por cada pareja en ese momento en que realmente se sienten preparados para llevarla a cabo. Gracias a ello, este proceso se desenvuelve de una manera más natural y armónica sin llegar a presentar tantos altibajos, a pesar de que de todos modos llevará consigo esa mezcla de reacciones psicológicas y sentimientos mencionados anteriormente, como una parte natural del proceso mismo y de los cambios que se enfrentan. En un país como el nuestro, con un índice tan alto de la natalidad, aún a pesar de todas las campañas a favor de su control, nos hemos acostumbrado a ver los embarazos como una parte normal de nuestra vida y de nuestro ambiente cultural. En épocas anteriores, eran muy altos lo índices de mortalidad infantil y materna posteriores a los embarazos y a los partos, lo cual ha descendido en estos tiempos gracias a nuestros adelantos. Los embarazos son vistos actualmente como procesos fisiológicos normales y naturales en la mujer, y no como una especie de enfermedad de la que ésta tenía que "aliviarse", a pesar de que dicha expresión todavía se utiliza con frecuencia. Sin embargo, nuestro nivel de cultura médica no ha avanzado todavía lo suficiente como para considerar que este maravilloso proceso fisiológico que acontece en el cuerpo femenino, es paralelamente un proceso psicológico que conlleva una serie de cambios en el ánimo, en el pensamiento, en las conductas y en la personalidad no sólo de la mujer, sino también de su compañero, al convertirse realmente en un proceso del desarrollo de ambos, en el que psicológicamente podemos considerar que la pareja "está embarazada" puesto que se trata de una experiencia compartida