ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.(PSILAC)
CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(CUADRAGÉSIMA TERCERA PARTE)
LOS ROLES DE MÉDICOS Y MAESTROS EN LA SALUD MENTAL
Según la etapa de la adolescencia en que se encuentre el paciente, ya sea en el inicio de la pubertad, en la adolescencia media o en la adolescencia tardía, a punto de convertirse en adulto joven, las reacciones a ser hospitalizado pueden ser muy diversas. Para los adolescentes tempranos, que aún se encuentran en esa incierta y delicada frontera entre la infancia y la pubertad, la amenaza puede ser mayor que en los años posteriores, ya que el chico o la chica apenas están luchando por separarse de sus padres y establecer su autonomía, en esa eterna búsqueda de la identidad y de la construcción de sí mismos. El territorio que están explorando, presenta aún muchísimas áreas y rincones oscuros y desconocidos, con obstáculos que pueden parecer imposibles de superar en esos momentos, lo que naturalmente les provoca mucha inseguridad y desconfianza de sí mismos y de los demás. Por lo mismo, el estar encerrados en un hospital y sometidos a la voluntad, y a las generalmente estrictas reglas dictadas por figuras de autoridad desconocidas como son las enfermeras y los médicos, que requieren de una específica y más o menos disciplinada para que se cumplan los objetivos del tratamiento médico o quirúrgico, definitivamente se puede convertir para los adolescentes en una especie de amenaza para sus intentos iniciales de autonomía y de separación, aún si ello sólo ocurre por un período temporal. El sentirse una vez más como bebé, bajo los cuidados de las enfermeras representa precisamente una experiencia regresiva negativa para muchos de ellos, que tienden entonces a luchar y a oponerse encarnizadamente contra los diferentes métodos de tratamiento que se les recomienda o se les trata de imponer, lo que las más de las veces repercute en resultados perjudiciales y contraproducentes para el proceso terapéutico.
Por otra parte, y quizás en adolescentes de edades más tardías, la hospitalización ya sea por razones médicas o quirúrgicas, puede significar por el contrario, una experiencia bastante atractiva y satisfactoria, que inclusive muchos de ellos llegan a disfrutar, debido a la gran cantidad de atención que reciben de parte de sus padres, de los familiares, amistades, maestros, compañeros de escuela y hasta de sus parejas sentimentales. Suele suceder que algunos de ellos en su vida cotidiana, no reciben mucha atención en la familia, y en ocasiones hasta se podría decir que se encuentran un tanto descuidados u olvidados, ya sea por situaciones económicas difíciles como sucede en la actualidad en la mayoría de los hogares, o por el hecho de que ambos padres deban trabajar arduamente sin contar con mucho tiempo para dedicarle a los hijos, o porque sean familias demasiado numerosas, o por una infinidad de razones muy variadas. Lo que sucede entonces, es que la hospitalización se convierte así en una experiencia novedosa y estimulante, sobre todo cuando se tiene que acudir a uno o a varios médicos de diferentes especialidades, que le dedican su tiempo y su mejor esfuerzo al paciente, como centro de atención y como el objeto primordial de tales procesos de diagnóstico y de tratamiento. La hospitalización entonces, con todos los preparativos previos que se requieren, más los que se llevan a cabo durante la estancia, se convierte pues en una especie de experiencia compensatoria muy particular y hasta podríamos decir que terapéutica desde el punto de vista psicológico, ya que aunque sea temporalmente puede llenar ciertas carencias y necesidades importantes que sufre el o la adolescente, independientemente del padecimiento físico por el cual tuvo que ser internado o internada.
Así pues, vemos que en el caso de los adolescentes (lo que también puede suceder en los adultos), una experiencia inicialmente estresante como suele ser el hecho de estar enfermo y requerir de hospitalización, sea para un tratamiento médico o para una intervención quirúrgica, puede convertirse en algo diferente, con diversos significados al ser enfocada desde una perspectiva psicológica, dependiendo del género, la edad, el ambiente familiar, la educación, los niveles socioculturales, el tipo de padecimiento que se trate, así como las variadas circunstancias que caracterizan a cada adolescente y a su familia (Continuará).