LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PUENTES
Asociación de Psiquiatría y Salud Mental
De La Laguna A.C. (PSILAC)
(PRIMERA PARTE)
"Fábrica de piedra, ladrillo, cemento, madera o hierro que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios para poder pasarlos". Esa es una de las múltiples definiciones que da el diccionario de la Real Academia Española para una palabra de uso tan común como es la de un puente, en esa forma, los puentes de uno u otro material sirven para unir y comunicar diferentes tipos de espacios, ya sea territorios, ciudades, países o incluso continentes. Así pues, los puentes en su definición más concreta, sirven para unir, para cruzar, para enlazar, para acercar y para comunicar. Y sin embargo, usado el término en un sentido más abstracto e inclusive emocional, hablamos de los puentes que construimos entre unos y otros como individuos, como diferentes tipos de nexos y de vínculos que solemos desarrollar con aquellas personas que son importantes en nuestras vidas, para acercarnos, unirnos, enlazarnos y comunicarnos en nuestro muy estilo personal. Pero es curioso que asimismo en tantas ocasiones, también construimos ese tipo de puentes o de enlaces con aquellos que afectivamente no son tan importantes, pero que de alguna forma representan cierto tipo de significado para cada uno de nosotros.
Hay toda clase de ejemplos de puentes importantes que se han 'construido a lo largo de la historia de la humanidad, en muy variadas y diferentes locaciones del planeta, algunos de los cuales mantienen un simbolismo muy especial y por lo mismo le han dado un estilo y un sabor muy específicos a las ciudades en las que han sido edificados. Seguramente, uno de los puentes más antiguos que existen en Occidente, es el Ponte Sant'Angelo, construido en Roma, en la época del emperador Adriano en 134 DC para atravesar el río Tíber, como una entrada triunfal a su mausoleo, todavía en pie; el cual a través de los siglos ha sido transformado en fortaleza, en residencia pontificia, y actualmente existe como el museo del Castillo de Sant'Angelo. A pesar de tantos siglos, el puente se mantiene vivo, útil y dinámico, no sólo como un puente más en este mundo, sino también como otro de los muchísimos monumentos que reflejan la majestad, la belleza y la eternidad de una ciudad como Roma. A su vez, dos puentes quizás mucho más populares que el anterior, pero situados en Venecia, rivalizan entre sí en cuanto a su celebridad. Uno es el puente de Rialto, que salta sobre el Gran Canal para unir y comunicar dos de sus barrios más populares y comerciales. Se trata del primer puente que se construyó en la ciudad a lo largo de la Edad Media, para finalmente tomar en el siglo XVI, esa imagen tan única que lo caracteriza en el presente, y que vemos fotografiado en tantas ocasiones. Por otro lado, un puente menos ostentoso, pero no menos bello, a la vez que más intrigante, dramático y hasta tal vez depresivo, ya que desde principios del mil seiscientos, comunicaba el Palacio Ducal con las prisiones nuevas. Se trata del también muy famoso Puente de los Suspiros, llamado así por los suspiros que emitían los condenados al cruzarlo y mirar el exterior a través de la celosía que servía como mirador, en su paso hacia las prisiones; prisiones que deben haber sido tan oscuras, desagradables y amenazantes como lo siguen siendo las actuales en muchos países, en los que todavía parecen mantenerse en el mismo estado que en el siglo XVI.
Todavía en Italia, se levanta el Ponte Vecchio o Puente Viejo, como otro ejemplar de los puentes muy famosos y simbólicos del mundo, construido asimismo en la Edad Media en la ciudad de Florencia para atravesar el río Arno; que se mantiene tradicional y majestuoso como el puente más antiguo de Florencia, cuyo sabor tan especial y característico adorna y complementa ese ambiente entre medieval y renacentista que emana de esta ciudad tan bella. Por otra parte y paradójicamente, el Pont Neuf o Puente Nuevo, es el puente más antiguo de la ciudad de París, que comunica la pequeña isla de la Cité, la antigua área de Lutecia, en donde tuvo sus orígenes prerromanos la ciudad, con las orillas del río Sena, desde donde se ha ido extendiendo a lo largo del tiempo para convertirse en la urbe que ahora conocemos. En contraste, el tan fotografiado Tower Bridge, en la ciudad de Londres, es un puente comparativamente más joven, ya que apenas fue erigido a fines del siglo XIX. Con frecuencia es confundido con el tradicional London Bridge o puente de Londres, de orígenes que también se remontan a las conquistas romanas, pero cuya imagen actual pertenece a la revitalización que se le dio en el siglo XX. Ambos puentes forman parte del típico perfil londinense a lo largo del río Támesis, aunque las características torres neogóticas del Tower Bridge a uno y otro lado del río, tienden a darle un toque más típico y distintivo (continuará).