Asociación de Psiquiatría y Salud Mental de La Laguna A.C. (PSILAC)
Y lo maravilloso al tocar un tema como el de los puentes, es que podemos seguir hablando de ello en forma continua, sin interrupciones, ya que además al hacerlo nos vamos a encontrar con toda clase de detalles, anécdotas, historias de diferentes colores y hasta maniobras increíbles, que nos indican la flexibilidad del tema y las múltiples ramificaciones que derivan del mismo. Es así precisamente, como hemos podido observar la construcción de nuevos y muy modernos puentes en nuestra comarca, que están planeados para facilitar la comunicación vial de nuestras vías, en una región en la que cada día se hacen más necesarios este tipo de cambios y servicios. Quizás la construcción de los mismos ha desesperado y frustrado un tanto a los espíritus más inquietos y acelerados, que deseaban ver resultados mucho más eficientes y rápidos, pero habrá que tomar en cuenta que todos esos puentes históricos y famosos que se han mencionado en las columnas anteriores, han sido construidos a través de los siglos, durante un buen número de años, de modo que con nuestros modernos métodos y sistemas de construcción en el presente, parece ser como que les llevamos ventaja.
Es importante resaltar el hecho de que finalmente, después de grandes esfuerzos y seguramente de buenas cantidades de dinero tal vez no del todo presupuestado, tenemos en La Laguna un nuevo puente colgante ya terminado, que no necesariamente cruza las riberas del Nazas, pero si alcanza a comunicar un teatro con un estadio en nuestra vecina Gómez Palacio. Se trata de una obra de ingeniería que a pesar de ser colgante, no usa cables, ni torres como el de San Francisco o el de Brooklyn, sino que seguramente por azares del destino y de su bien intencionada planeación como obra especial de ingeniería, ha adquirido esa elegante característica de colgante, pero en un estilo muy sui géneris construido en concreto y con un excelente declive en forma de tobogán que le confiere rasgos únicos e históricos. Afortunadamente y para nuestro beneplácito, ya podemos finalmente utilizarlo ahora, a pesar de ciertas restricciones y limitaciones todavía presentes en su acabado, especialmente al aterrizarlo, en un área donde parecen requerir aún de ciertos remiendos. Gracias a la terminación de una obra tan estética y bien intencionada, el tráfico se ha tornado un poco más ágil y hasta cierto punto organizado en esta concurrida entrada gomezpalatina, después de que por una muy larga temporada sufrimos ese terrible caos vial quienes intentábamos circular por ahí para llegar a la ciudad. Si normalmente, el tráfico en nuestra comarca es bastante caótico, desorganizado y sin reglas de ninguna especie, lo que consecuentemente al igual que en otras muchas ciudades lo convierte en un tráfico estresante y peligroso, reflejo de la ausencia de educación vial que padecemos, en este sector y durante muchos meses ha sido todavía peor. Además de desordenado, impulsivo y peligroso al avanzar como una estampida a lo largo de la estrechez de dos vías laterales de este puente en construcción y sin señalamientos adecuados, posteriormente se desembocaba súbitamente casi como de sorpresa en esos "cuellos de botella inteligentes" que se han puesto tan de moda en nuestra región, y que seguramente son el feliz resultado de la aplicación de algunos subtests del Wechsler (prueba que se usa en Psicología para medir el coeficiente intelectual), con semáforos no sincronizados, que bloqueaban el torrente del tráfico más que facilitarlo, sobre todo a las horas pico, con la natural y consecuente intensificación de dicho caos. Sin embargo, contamos ahora con la presencia de este nuevo puente, que como un exitoso y largamente esperado regalo, Santa lo ha repartido entre los laguneros para esta Navidad, como uno más de los regalos que pacientemente siempre estamos esperando en nuestra comarca, todos aquellos quienes formamos parte de la feliz hermandad de la comunicación vial lagunera (continuará).