Nuevas claves sobre la formación de los huesos
Un equipo de científicos españoles ha desvelado nuevas claves para comprender el mecanismo de formación de los huesos, los caparazones y las conchas de los seres vivos.
Pese a que todavía es "un misterio" dilucidar cómo los organismos vivos trabajan en los procesos de biomineralización, ahora se han conseguido interesantes avances para su comprensión, explicó a Efe Juan Manuel García-Ruiz, uno de los autores de este trabajo publicado en el último número de la revista Science.
Los cristalógrafos García-Ruiz y Emilio Melero-García explican, por primera vez, en un artículo, el mecanismo de formación de unos materiales cristalinos de laboratorio llamados biomorfos de sílice, cuyas propiedades podrían explicar la formación de los caparazones, los huesos, los dientes o las conchas de los seres vivos.
Pese a que estos materiales de laboratorio están fabricados con elementos inorgánicos, imitan "las formas sinuosas de la vida", destaca el artículo en el que se expone el trabajo, en el que también ha colaborado Stephen Hyde, de la Universidad Nacional de Australia.
Para desarrollar un enorme número de tejidos y estructuras funcionales, los organismos vivos han utilizado a lo largo de 600 millones de años minerales cristalinos, que son mayoritariamente carbonatos, fosfatos y sulfatos de calcio, estroncio y bario, aunque también oxalatos, óxidos, hidróxidos y sílice.
De esos minerales, según García-Ruiz, están formados "todos nuestros huesos y dientes, y los del resto de los animales, las conchas de los moluscos y las paredes de los corales, las espinas de los erizos de mar y los otolitos de los peces".
Lo sorprendente es que mientras que esos minerales están en la naturaleza habitualmente en forma de cristales, es decir de sólidos y con ángulos característicos, los seres vivos crean con ellos estructuras con formas que tienen una simetría completamente distinta, como las hélices, las espirales o las formas complejas de los huesos.
Según los expertos, es un enigma cómo los organismos vivos consiguen crear unas estructuras caracterizadas por una ausencia casi total de caras y aristas, que muestran superficies suaves y curvas.
La teoría que barajan los científicos para explicar este proceso, y que se detalla en la revista Science, se basaría en el mecanismo utilizado por los biomorfos de sílice, por el que son capaces de generar formas complejas y bellas con curvatura continua compuestas de los mismos materiales.