La libertad de expresión está seriamente amenazada no sólo en México y en países con altos índices de violencia, sino también en las naciones en desarrollo.
El tema no es nada nuevo y pareciera algo trillado, pero resulta muy oportuno abordarlo sobre todo cuando vemos ataques violentos como el ocurrido el martes pasado en contra de las instalaciones de El Siglo de Torreón.
Hay que partir de la base que la libertad de expresión no es una dádiva que regalan las autoridades ni tampoco que está asegurada su permanencia.
Se trata de un derecho de los ciudadanos libres que deben garantizar los gobiernos y que sin ella resulta prácticamente imposible que exista democracia, justicia y transparencia.
Para los gobernantes corruptos y los grupos criminales la libertad de expresión es su principal enemigo y de ahí sus constantes intentos por coartarla y suprimirla.
Por ello la necesidad constante por parte de la sociedad de defenderla y privilegiarla. Con libertad de expresión no perdurarían dictadores como Fidel Castro o Hugo Chávez ni tampoco gobiernos autoritarios como el de George W. Bush.
En México los crímenes contra periodistas lamentablemente ya no son noticia por su elevada frecuencia. Se calcula que unos 50 comunicadores han sido asesinados desde el año 2000 y sólo en los últimos 18 meses suman 17 los periodistas caídos.
El panorama no resulta halagador si añadimos las agresiones armadas que han sufrido medios mexicanos al estilo Colombia. El Mañana de Nuevo Laredo fue víctima de un atentado con granadas y balazos en febrero de 2006 en donde un reportero resultó gravemente herido. Otros medios como El Debate de Culiacán y Televisa en Monterrey sufrieron en fechas más recientes sendos ataques por parte de los criminales.
La estrategia es la misma: sembrar el miedo para que los periodistas no publiquen asuntos relacionados con las mafias del crimen, principalmente el narcotráfico.
Este martes por la madrugada tocó al prestigiado diario El Siglo de Torreón recibir las ráfagas de un fusil AK-47 sobre su fachada. Por lo menos 16 impactos de bala calibre 7.62 fueron contabilizados durante el peritaje. Por fortuna no hubo heridos.
El Siglo fue fundado en 1922 por don Antonio de Juambelz y Bracho, célebre periodista que imprimió un alto profesionalismo al diario, considerado entre los mejores del país y un baluarte en el desarrollo económico de La Laguna.
Cuando los objetivos son medios de comunicación y periodistas de reconocida trayectoria significa que algo muy grave sucede en México y que su futuro está bajo enorme riesgo. Pero desgraciadamente todavía muchos mexicanos no captan esta realidad.
Como el empresario Carlos Slim Helú, quien en días pasados sostuvo que en México existe un alto nivel de libertad de expresión y que los crímenes contra periodistas se debían a reacciones ante esa misma libertad. "De no haberla -dijo-no habría ese tipo de problemas".
Antes de expresar tal disparate habría sido prudente preguntarle al señor Slim si él tendría libertad y seguridad para hacer negocios si ese día hubieran baleado su casa u oficina.
Incluso en Estados Unidos se ha reducido el margen de libertad ante las restricciones impuestas a los medios en la guerra de Irak y por las presiones comerciales y políticas que se presentan día tras día.
El legendario conductor de televisión Dan Rather pelea en las cortes de Nueva York una demanda contra la cadena CBS en donde alega que fue expulsado del noticiero estelar en 2004 por intereses de la empresa ligados al Gobierno de George Bush.
La libertad de expresión, pues, hay que valorarla y defenderla todos los días en cualquier parte del mundo. Ahora es México el más amenazado y doblegado por los criminales, hagamos algo antes de que sea demasiado tarde.