Crítica. El presidente de Venezuela, Hugo Chavez, habla durante una rueda de prensa en la Academia Militar de Caracas.
La concesión del premio Nobel de la Paz de 2009 al presidente estadounidense, Barack Obama, supone premiar una buena intención que "está muy lejos" de convertirse en una realidad, dijo el mandatario venezolano, Hugo Chávez.
"Por primera vez asistimos a un merecimiento sin que el postulado haya hecho nada por merecerlo: premiar a alguien por un anhelo que está muy lejos de hacerse una realidad", escribió en su artículo dominical "Las Líneas de Chávez", publicado en la red de periódicos oficialistas.
"Pero así está el mundo", añadió el gobernante venezolano al comparar el asunto con un jugador de béisbol premiado por decir al inicio de una temporada que en el transcurso de ella "va a ganar 50 juegos, no va a perder ninguno, va a ponchar a 500 bateadores" y al final "su efectividad no pasará de 0.5".
Chávez confesó en su artículo que "en primera instancia" pensó que la concesión del Nobel a Obama era "más un equívoco de los titulares que una noticia real.
"La primera pregunta que debemos hacernos es qué privó para que el afortunado fuera el presidente estadounidense y no alguno de los 205 nominados restantes".
"¿Qué ha hecho Obama para merecer este galardón? El jurado valoró como rasgo determinante su deseo por un mundo sin armas nucleares, olvidando su empeño por perpetuar sus batallones en Irak y Afganistán y su decisión de instalar nuevas bases militares en Colombia", remarcó.
Chávez también recordó que portavoces de la Casa Blanca lo exhortaron en el transcurso de la semana a cumplir un papel "más constructivo" en Latinoamérica.