"Nada es más peligroso
Que la victoria."
Yuri Lotman
Hay dos formas de ver la "posada" del Sindicato Mexicano de Electricistas del pasado 23 de diciembre. Por una parte el SME demostró que tiene todavía la capacidad de cerrar el Paseo de la Reforma durante todo un día para su uso privado, aunque hay que reconocer que esto no es difícil cuando el Gobierno de la ciudad de México y su Policía lo apoyan. Pero el que solamente hayan participado en la reunión unas mil o 1,500 personas, incluyendo a trabajadores y familiares, demuestra que el movimiento está perdiendo fuerza.
En la segunda etapa del proceso de indemnización voluntaria a trabajadores de Luz y Fuerza del Centro solamente 766 trabajadores se sumaron a quienes con anterioridad ya habían tomado su indemnización. Aun así, según las cifras de la Secretaría del Trabajo, el número de trabajadores indemnizados alcanza ya los 28,181. Se trata de una cifra importante: más del 63 por ciento de los 44,514 trabajadores que tenía Luz y Fuerz. Pero esto significa que 16,360 trabajadores no han recibido la indemnización. A esto habría que añadir unos 22 mil jubilados que siguen recibiendo su pensión. Es un ejército más que suficiente para montar un verdadero reto al Gobierno Federal.
Pero entonces, ¿por qué sólo mil o 1,500 personas llegaron a la posada del Paseo de la Reforma. O ¿por qué sólo unas 200 participaron en el bloqueo del fraccionamiento en el que vive Javier Lozano, el secretario del Trabajo?
Quizá muchos de los tabajadores optaron por irse de vacaciones, pero habría que preguntarse cómo pudieron hacerlo, si su situación económica es tan mala como nos dicen. Otra posible explicación es que el sindicato está muy dividido y ya los trabajadores no ven ya a Martín Esparza como su líder. Otra posibilidad sería que muchos de los trabajadores que no han recogido su liquidación no existen: podrían ser fantasmas creados por los líderes del sindicato para cobrar varios sueldos. Esto explicaría en parte el exceso de personal que tenía Luz y Fuerza.
¿Podemos pensar que el movimiento del SME no será ya un peligro para el país en 2010? No lo creo. El sindicato mantiene por lo pronto su pleito por las vías legales y por ellas puede obtener todavía victorias importantes que revivirían el movimiento. Los tribunales mexicanos no han sido precisamente favorables a las determinaciones de las autoridades laborales de nuestro país en los últimos años.
Pero además, en este México ya obsesionado por la lucha por la Presidencia en 2012, una causa que ponga en jaque al Gobierno Federal puede ser un activo muy valioso para algunos grupos políticos. El Gobierno de la Ciudad de México y sus aliados, como el Movimiento para la Esperanza de René Bejarano y Andrés Manuel López Obrador, han apoyado abiertamente al SME en todas sus movilizaciones. Y cuando hay dinero suficiente, lo sabemos, las movilizaciones pueden mantenerse de manera indefinida.
La base del SME parece debilitada. No sólo ha caído la participación de electricistas en las movilizaciones, sino que los plantones y bloqueos hacen que se deteriore el poco respaldo que el movimiento tenía entre la sociedad. El presidente Felipe Calderón parece estar ganando una crucial partida. Pero para que la tendencia se convierta en una victoria definitiva, los tribunales tendrán que darle la razón en los retos legales que aún quedan. Y, además, la Comisión Federal de Electricidad tendrá que mejorar radicalmente el servicio que está proporcionando en la zona en que el monopolio estatal de electricidad era ejercido por Luz y Fuerza del Centro.
Resulta inquietante enterarnos que las fuerzas federales que llegaron a custodiar el cuerpo del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca dieron instrucciones a los integrantes de la Procuraduría de Justicia de Morelos para alterar la escena del crimen. Una vez más parece que nuestras policías no son profesionales y quieren probar sus casos a base de mentiras.
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