Operación. Vehículos militares del Ejército de Yemen toman posición en una operación militar contra insurgentes shiitas en Sada.
SANÁ, YEMEN.- Yemen ofreció un alto al fuego a los insurgentes shiitas que enfrenta en el Norte, después de la condena internacional a un ataque a civiles desplazados de zonas de guerra.
Sin embargo, horas después, ambos bandos emitieron comunicados acusándose mutuamente de romper el alto al fuego. Según los comunicados, los enfrentamientos se reanudaron en la ciudad de Harf Sufysan.
La oferta del Gobierno fue realizada luego que la ONU y Estados Unidos pidieran un cese de la violencia para permitir que ayuda médica y alimentos pudieran ser enviados a los miles de civiles que han sido desplazados de sus hogares.
Los insurgentes respondieron a la oferta, hecha justo antes de la festividad de Eid Al Fitr, que termina con el mes de ayuno del Ramadán. Los insurgentes dijeron que comprobarían la situación en las zonas de los enfrentamientos primero.
Aviones del Gobierno bombardearon el miércoles un campamento de gente desplazada cercano a Harf Sufyan y testigos dijeron que el saldo de muertos fue de 87, la mayoría mujeres y niños.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon pidió una investigación y la embajada estadounidense en Saná expresó el viernes su preocupación por lo ocurrido. Ambos pidieron un cese de los ataques, algo que ya habían pedido agencias de ayuda humanitaria.
El Gobierno dijo que el alto al fuego fue ofrecido en respuesta al llamado internacional y a la proximidad de la festividad.