Modernos. Pet Shop Boys conformado reafirmaron su aura de modernidad la noche del pasado jueves en el Auditorio Nacional del DF.
MÉXICO, DF.- La magia, el color visual y las imágenes tridimensionales llegaron al Auditorio Nacional con la banda británica Pet Shop Boys, que convirtió el recinto en una gran discoteca, como parte de su gira Pandemonium.
Una de las características principales del grupo ha sido la imagen que ha renovado durante varios años y durante su actuación se hizo patente, pues a lo largo de hora y media de concierto las gafas, los sombreros, los lentes y los cubos estuvieron presentes.
Los 10 mil asistentes fueron parte importante y cómplices de esta presentación, en la que también se celebró la salida al mercado este año de Jet, título del décimo álbum de estudio que trajo de nuevo a México al dúo y ha vendido 100 millones de discos en el mundo desde 1986.
Neil Francis, vocalista de Pet Shop Boys, apareció vestido de negro y con un cubo que cubría su cabeza para iniciar su actuación en el recinto de Reforma con el tema Jet.
Acompañado de cuatro bailarines, que a la vez hicieron la parte del coro, el espectáculo en el que se escucharon 22 canciones transcurrió con un arte visual y musical elaborados.
Junto con su compañero Christopher Sean (tecladista), el cantante dio la bienvenida a sus seguidores al expresar: "Hola México, esta es una gran noche!".
El dúo británico, considerado una de las mejores bandas en la historia del pop, compartió con el público temas de su más reciente álbum como Pandemonium y Love, así como otros éxitos que pusieron al público de pie de principio a fin de la velada, como New York City boy y Always on my Mind.
Con su nueva producción Jet, que salió al mercado el 18 de febrero de 2009 y con la cual recibió una distinción por su contribución a la música británica en la ceremonia de los MTV VMA Awards, el grupo realiza su gira que lo lleva a recorrer Europa, Asia, O-ceanía y América, en donde también impulsan el tema Viva la Vida, original de sus compatriotas Coldplay.
Los cubos que estuvieron también presentes en los trajes de los bailarines y en el escenario, que eran parte de un gran rompecabezas, pues se podían mover para recrear cada canción, también sirvieron como pantallas para proyectar imágenes de colores, así como videos de la agrupación, que ha conquistado escenarios en todo el mundo por su extravagancia.
Para despedirse y agradecer todos los años de apoyo, la agrupación cerró con uno de sus cortes emblemáticos que alcanzó el número uno hace varios años, West End Girls.