Jorge Cantú tuvo buena actuación, pero sucumbió con su equipo en la “Ciudad de los Vientos”.
Agencias
México, df.- El pitcher mexicano Óliver Pérez tiene ante sí varios desafíos que casi se pueden catalogar de vida o muerte: en la lomita ante los Filis de Filadelfia hoy, pero el más importante es contra él mismo.
El zurdo de Culiacán puede llegar a tener salidas de más de siete entradas, cercanas a la decena de ponches y apenas con algunas bases por bolas concedidas, de mucha calidad y con control.
Pero también puede tener otras muy cortas, de tres o dos jonrones aceptados y rozando los 10 pasaportes.
En cuatro salidas en 2008 ante los paulatinos campeones, los Filis de Filadelfia, tuvo un triunfo, apenas le anotaron dos carreras en 26 innings y lo mejor de todo, su efectividad de 0.35 ante ese peligroso line up.
Jerry Manuel, el manager de los Mets de Nueva York, sabe que Óliver puede dar más de lo que ha mostrado hasta ahora en 2009, con foja de 1-2 pero un altísimo 9.31 de carreras limpias admitidas.
"Veo en Filadelfia una gran posibilidad para Óliver", dijo Manuel. "Espero que desde allí las cosas cambien".
Es por ello que esta apertura, donde tendrá como oponente monticular al veterano de 46 años, Jamie Moyer, cobra suma importancia y, sin exagerar, podría marcar la carrera de Pérez, pues de no tener buen desempeño, la siguiente parada sería el bullpen.
Pérez ha tenido muchos problemas con su control, con su confianza y, por ende, con su desempeño. Óliver, un pitcher ponchador por excelencia, tiene un balance muy pobre este año, con 18 ponches por 15 pasaportes.
"Estoy preocupado por él en este momento. No sé qué es lo que estamos haciendo. No voy a tomar una decisión todavía, pero no he visto su repertorio, no sé lo que le pasa a "Ollie", trataré de sentarme a platicar con él y ver qué le pasa".
