La policía de Boston se abstuvo de suspender la licencia de un taxista después que éste se marchó sin percatarse de que una familia había dejado olvidada a una niña de cinco años que se quedó dormida en el asiento trasero.
Joseph Cohen dijo que había recogido a una familia de seis miembros del aeropuerto internacional Logan.
Unos minutos después de llevarlos a su destino, recibió una llamada del servicio de taxis del aeropuerto, en la que le informaron que una niña se había quedado dormida en un asiento de su camioneta tipo minivan.
De inmediato Cohen regresó a la casa donde había dejado al resto de los pasajeros y la niña se reunió con su familia.
Cohen, que trabaja como taxista desde hace 39 años, iba a ser suspendido por tres días por violar las normas que señalan que los taxistas deben inspeccionar su vehículo cada vez que llevan pasajeros a un lugar, pero la policía depuso la amonestación después de una reunión que sostuvieron el martes. Al final, sólo le recomendaron que tuviera más cuidado.
