Se comentaba desde hace meses en las comidas familiares y en las reuniones con los amigos, en los pasillos del hospital y en las filas del mercado; lo comentaban las amas de casa, lo comentaban los viejos, lo comentaban los jóvenes cada vez más inquietos, los taxistas, los choferes de las Combis, los boleros, el portero del edificio.
Pero el asunto ha crecido, hoy sabemos que en todo México, los ciudadanos hemos llegado a tener una opinión unánime: estamos "hasta la madre" de los políticos que ahora padecemos, y como decía el viejo anuncio de cerveza: "cien millones de mexicanos no podemos estar equivocados".
Los empresarios se quejan por que el gobierno se ha hecho bolas con los impuestos y no ha sabido solucionar el problema; los trabajadores y empleados se quejan por que les quitarán aún más de su raquítico sueldo; los ambulantes se quejan por que tendrán que pagar más por sus depósitos en efectivo; los usuarios de telefonía e internet se quejan por que pagarán más; los inversionistas se quejan por que no hay certeza en lo que se está haciendo y México, económicamente, va a la deriva.
Y es que este Gobierno, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, se parecen a un compañero de la secundaria que "ya merito" terminaba sus estudios, que "ya merito" se casaba, que "ya merito" hacía un negocio, por lo que le llamamos "el yamerito".
Felipe Calderón "ya merito" acaba con los delincuentes y narcos, "ya merito" acaba con el desempleo, "ya merito" logra una reforma de Pemex, "ya merito" mejora la educación en México, "ya merito" logra una reforma fiscal, "ya merito" termina con el Sindicato Mexicano de Electricistas.
Y los legisladores también; "ya merito" aprueban el presupuesto, "ya merito" arreglan los impuestos, "ya merito" contribuyen a mejorar la economía.
La opinión es unánime: nadie da pie con bola, por eso las voces de la derecha, el centro y la izquierda se unen para repudiar lo que ocurre, por eso los jóvenes, los viejos, todos, estamos "hasta la madre", por eso surgen miles de correos electrónicos, blogs y twitters pidiendo a los legisladores que se dejen de tontejadas y trabajen no para su partido, sino para México.
Lo malo, lo muy malo, es que esa opinión unánime está calentando a muchos, lo malo es que lo que se inició como charlas de café puede convertirse en asambleas para tomar acciones, la violencia está a la vuelta de la esquina, las críticas se pueden volver agresiones, y el desprecio de los políticos por las necesidades y exigencias de los ciudadanos puede tener graves consecuencias.
Y ahí vemos al "yamerito" Calderón, inaugurando plantas de luz en Guatemala cuando aquí estamos a oscuras, y ahí vemos a Muñoz Ledo, Nava y tantos más, diciendo sandeces cuando urge tomar decisiones, y ahí vemos a Gomez Mont, parapetado en su papada, pontificando sin llegar a ningún acuerdo, y ahí vemos a otros los funcionarios esperando, ¿qué?, nadie lo sabe; "Gobierno yamerito", lo llamaría yo.
La opinión unánime de los mexicanos debe obligar a los políticos a cambiar radicalmente, porque estamos en el umbral de algo que puede ser muy grave.
Raalvare2009@hotmail.com