Bonds enfrenta 10 cargos por hacer declaraciones falsas ante un jurado de instrucción y uno más de obstrucción a la justicia. (EFE)
AP
El que fue entrenador personal del ex pelotero de Grandes Ligas, Barry Bonds, recibió ayer la orden de comparecer ante una juez federal, donde le preguntarán si romperá su silencio y testificará en el caso de perjurio que se sigue contra el ex líder de jonrones.
La juez federal Susan Illston convocó a Greg Anderson para una audiencia inusual programada para el miércoles.
Anderson es considerado como un testigo vital del Gobierno, que intenta demostrar que Bonds mintió ante un jurado de instrucción que investiga el consumo de esteroides de los deportistas. Los fiscales indicaron que el entrenador podría relacionar directamente a Bonds con tres exámenes que arrojaron resultados positivos por consumo de esteroides así como otras pruebas recolectadas en un allanamiento ocurrido en septiembre del 2003 en contra de la firma Bay Area Laboratory Co-Operative (BALCO), ubicada al centro de la investigación por consumo de esteroides.
La juez prohibió a los fiscales mostrarle al jurado los resultados de los exámenes porque Anderson se niega a testificar. Anderson está acusado de haber recolectado las muestras de orina utilizadas para los exámenes antidopaje en el laboratorio.
De manera similar, la juez indicó que los calendarios que según los fiscales señalan el consumo de Bonds de sustancias que mejoran el rendimiento no pueden ser presentadas sin el testimonio de Anderson en el que afirma que él las creó.
Los mensajes que se dejaron ayer al abogado de Anderson, Mark Geragos, no fueron respondidos de inmediato. El entrenador ya pasó un año en la cárcel por desacato a un tribunal por negarse a declarar en contra de Bonds ante un jurado de instrucción en el 2006. Asimismo, se negó a declarar sobre su relación con Bonds cuando fue interrogado por agentes federales en un allanamiento a su casa ocurrido el 23 de septiembre del 2003.
Se declara
inocente
Los críticos de Selig reiteran que conocía el problema.
n El comisionado del beisbol, Bud Selig, rechazó que se le señale como el culpable de la "cultura" del dopaje dentro de las Grandes Ligas.
n Selig, que tiene un salario de 17 millones de dólares anuales, reiteró que no es "justo" que se le presente como el máximo responsable.
