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Orlando, florida.- Dwight Howard aportó 17 puntos, 14 rebotes y cinco tapones, para que el Magic de Orlando venciera ayer por 117-96 a los Celtics de Boston y tomara una ventaja de 2-1 en las semifinales en Conferencia del Este.
Rashard Lewis anotó 28 puntos y el turco Hedo Turkoglu añadió 24 por Orlando, que jugó sin su armador estelar Rafer Alston, suspendido por la NBA tras golpear en la nuca a Eddie House, en el segundo partido de la serie.
Paul Pierce salió del bache por el que había atravesado en la serie, al anotar 27 puntos, mientras que Rajon Rondo añadió 15 por los Celtics, campeones defensores de la NBA, que redujeron una desventaja de 20 puntos a 7 antes de que el Magic recuperara el control del encuentro. El cuarto partido se realizará el domingo en Orlando.
Kobe Bryant anotó 33 puntos y los Lakers de Los Ángeles tienen ventaja por 2-1 en la semifinal de la Conferencia del Oeste al derrotar ayer por 108-94 a los Rockets de Houston.
Lamar Odom alcanzó 16 puntos y 13 rebotes y el armador de reserva Jordan Farmar logró 12 puntos y siete asistencias como reemplazo del suspendido Derek Fisher, que fue expulsado del segundo partido tras darle un fuerte golpe al argentino Luis Scola. Scola por su parte, sumó 10 puntos y 12 rebotes, sin asistencias en 27:03 minutos de juego para los Rockets.
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Baltimore, Maryland.- Alex Rodríguez anunció su regreso a los Yanquis ayer con un jonrón de tres carreras al recibir el primer lanzamiento de su tardío debut en la temporada, CC Sabathia lanzó para cuatro hits y Nueva York salió de cinco derrotas seguidas al blanquear 4-0 a los Orioles de Baltimore.
Agobiado por relatos sobre su uso de esteroides y atrasado por una cirugía en la cadera que lo forzó a comenzar la temporada en la lista de lesionados, Rodríguez pudo finalmente prestar atención a la pelota cuando llegó al plato en la primera entrada contra Jeremy Guthrie (2-3).
Mientras una docena de aficionados oscilaban jeringas de hule espuma a unas cuantas filas atrás del plato, A-Rod se abalanzó sobre una bola rápida y la envió hasta las gradas arriba del jardín izquierdo. Fue el 554 vuelacercas de su carrera, pero por su momento y proyección podría estar entre los 10 mejores.
El batazo llegó en el momento oportuno para los Yanquis, cuyas cinco derrotas seguidas eran su peor tanda en el segundo año bajo el mando de Joe Girardi. Durante esa cadena adversa, Nueva York sólo pudo llevar al plato a seis de los 43 corredores que tuvo en posición de anotar.
Rodríguez se ponchó en la tercera y quinta entradas frente a Guthrie y luego bateó un rodado para out contra Bob McCrory en la séptima para terminar de 4-1. Pero ese tablazo fue extraordinario: En la ausencia de A-Rod, los terceras bases de Nueva York batearon para un promedio total de .202 sin jonrones y 10 empujadas en 28 partidos.
El cuadrangular de Rodríguez fue todo el apoyo que los Yanquis necesitaban darle a CC.