Con la apertura de las convocatorias internas de los partidos políticos para la selección de sus candidatos a diputados federales inicia un año de saturación política, debido a que en Coahuila habrán de celebrarse dos elecciones, la ya mencionada de carácter federal y la local para renovar alcaldías.
Nuevamente los ciudadanos seremos testigos de las clásicas promesas de los políticos mexicanos, donde aseguran que con ellos sí llegará “el cambio” prometido en cada campaña. ¿Pero cómo volver a creer en promesas de campaña que se olvidan rápidamente ante el fenómeno de brincar de un puesto a otro? Diputados que renuncian 12 días después de tomar protesta, y alcaldes que no concluyen su gestión, son ingredientes de las elecciones de 2009.
Apenas el año pasado Coahuila vivió un proceso electoral para renovar el Congreso Local de ahí que se corra el riesgo de que las campañas de este 2009, particularmente la de diputados federales, no motiven a la participación ciudadana. Sobre todo porque un amplio grueso de la población tiene como principal reto sobrevivir diariamente a la crisis económica que se ha agudizado en estos días.
En este escenario de crisis económica será interesante escuchar sobre todo las propuestas de los candidatos a alcaldes de Torreón para reactivar el empleo. Los políticos están obligados a evitar el derroche económico, sobre todo en estos tiempos donde el dispendio de recursos resulta por demás inmoral.
En este 2009 los golpes políticos por debajo y por arriba de la mesa estarán a la orden del día. El PRI buscará consolidar su fuerza política en todo el país con miras a 2012, demostrando que está más vivo que nunca. Por su parte, el PAN buscará revertir la tendencia perdedora que ha tenido en los últimos años en todas las elecciones que se han celebrado en México. Mientras que el PRD simplemente buscará sobrevivir a la furia y ambición de sus propias tribus.