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Otro balazo en el pie

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Algo hay que reconocerle al difunto Papa Juan Pablo II (aparte del récord de más millas gratis por viajero frecuente); y es el hecho de que, pese a dirigirse a congregaciones de todo tipo, en los cinco continentes, durante más de veinte años, y en vaya uno a saber cuántos idiomas, rara vez metía la pata.

El polaco sabía medir sus palabras, no pisar callos y sacar a relucir virtudes de diplomático que le permitían salir airoso en lugares y situaciones que eran auténticos campos minados.

Como en tantas otras cosas, no pasa lo mismo con su sucesor, Benedicto XVI.

Y el que el antiguo Panzercardinal no sólo tiene el toque y gracia característicos de la raza teutónica; sino que ha manifestado una preocupante facilidad para ganarse enemigos de oquis.

Habría que recordar que hizo enojar a no pocos musulmanes cuando, en una inconsecuente conferencia, citó a un oscuro autor bizantino de hace medio milenio, el cual criticaba al Islam, el Profeta Mahoma y creo que hasta al kipe charola y las hojas de parra.

Por supuesto, todos nos preguntamos qué caso tenía andar metiéndose en esa camisa de once varas, si ni el autor ni la cita eran relevantes para el mensaje que en teoría quería transmitir.

Y ahora le estalla un nuevo escándalo por su absoluta falta de tacto. En este caso ofendió a la comunidad judía de todo el mundo. Hasta eso, Benedicto agarra parejo para eso de echarse alacranes al cuello.

Resulta que, como parte de un esfuerzo con reconciliarse con los elementos más conservadores de la Iglesia Católica, Benedicto XVI levantó la excomunión que su antecesor les había impuesto hace veinte años a varios sacerdotes ordenados como obispos por Monseñor Lefebvre.

Quizá muchos de ustedes recuerden a este personaje, quien desafió al Vaticano dando misa en latín y desobedeciendo otras novedades del Concilio Vaticano II (1962-65), a las que consideraba exageradamente liberales y contrarias a la doctrina.

Entre los obispos lefebvristas a los que Benedicto les levantó la excomunión se hallaba un tal Richard Williamson. El cual, días antes de recibir ese beneficio, declaró públicamente ante un medio de comunicación que el Holocausto sencillamente no había sucedido, que ningún judío había sido gaseado y que las historias de horror de Auschwitz, Treblinka y Sobibor eran meras vaciladas.

¡Un negador del Holocausto al que días más tarde se le readmite en el seno de la Iglesia! Como era de esperarse, numerosas comunidades judías pusieron el grito en el cielo. Y con razón. El Vaticano y el mismo Benedicto intentaron hacer control de daños… pero palo dado, ni Dios lo quita.

De nuevo la pregunta: ¿no sabía Benedicto a quién le estaba reintegrando los sacramentos? ¿Ignoraba el escándalo que se iba a hacer tendiéndole la mano a quien piensa como el Presidente de Irán?

¿O tendrá los mismos asesores que Fox? Porque la verdad, la cosa ya alarma, ya alarma.

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