El pelotero Alex Rodríguez admitió haber usado esteroides y se disculpó ante sus fanáticos al afirmar estar arrepentido de sus actos y culpó a la presión de un contrato millonario. (AP)
Ante la evidencia de un informe periodístico ofrecido por la revista especializada Sports Illustrated, el pelotero de los Yanquis de Nueva York, Alex Rodríguez, admitió en entrevista, en exclusiva a la cadena de televisión ESPN, que había consumido esteroides durante varias temporadas. Esta vez los que asesoran a Rodríguez, y dada la grave situación legal por la que atraviesan las figuras del beisbol como Barry Bonds y Roger Clemens, le aconsejaron que había llegado la hora de admitir públicamente la realidad de los hechos y aceptar la culpabilidad para poder seguir adelante.
Rodríguez, que a veces no pudo controlar sus emociones durante la entrevista, respondió a las alegaciones de que dio positivo a una prueba de esteroides hace seis años. Aceptó que utilizó drogas para mejorar el rendimiento mientras jugaba para los Rangers de Texas durante un periodo de tres años y desde inicios de 2001, algo que ya había adelantado su ex compañero de equipo José Canseco mucho antes que se diera a conocer el pasado fin de semana el informe de Sports Illustrated.
"Cuando llegué a Texas, en 2001, sentí una enorme presión, necesitaba lucir bien y en gran forma todos los días", dijo Rodríguez a Peter Gammons de ESPN en entrevista desde Miami Beach.
La justificación no es otra que la que siempre han valorado los especialista cuando aseguran que el consumo de sustancias prohibidas tiene su origen no tanto en conseguir buenas marcas por el bien del deporte, sino de firmar luego grandes contratos millonarios, una filosofía que apoyan los propios agentes libres de los deportistas.
"Por aquel entonces (el beisbol) era una cultura diferente", comentó Rodríguez. "Era algo bien suelto, yo era joven, fui estúpido, fui ingenuo, trataba de probarle a todo el mundo que merecía ser uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos". Después de haber hecho esta argumentación, Rodríguez también admitió que había usado productos para tener mejor rendimiento en el campo. "Sí usé una sustancia prohibida. Por eso me disculpo y estoy profundamente arrepentido", respondió. De nuevo otra figura del beisbol profesional, que retrocede años luz en su imagen de deporte contaminado por el consumo de sustancias prohibidas se confiesa después que se ha visto presionado por la evidencia, en este caso ofrecida por un medio de comunicación. La revista Sports Illustrated y su página de Internet ofrecieron el pasado sábado un informe donde descubrían que Rodríguez estaba en una lista de 104 jugadores que dieron positivo en sustancias prohibidas en el 2003, el año en el que las grandes ligas hicieron pruebas de dopaje con el objetivo de ver si eran necesarias pruebas al azar y obligatorias en el deporte. El Congreso de Estados Unidos ya había advertido a las Ligas Mayores de que o daban solución al problema o lo harían a través de legislación.
Un millonario arrepentido
Fuentes bien informadas sobre los nombres en las pruebas le dijeron a Sports Illustrated que Rodríguez dio positivo en testosterona y Primobolan, un esteroide anabólico.
Durante su entrevista, Rodríguez explicó que no conocía exactamente cuál sustancia o sustancias había utilizado, pero sí dijo que sabía que en 2003 no había castigos para un positivo. "Para ser honesto, no sé a qué sustancia di positivo".
Precisamente, durante ese periodo fue cuando Rodríguez consiguió sus mejores marcas desde que llegó al beisbol profesional, como lo demuestran las estadísticas.
Del 2001 al 2003, Rodríguez jugó un promedio de 161.7 partidos con .305 de bateo, 52 jonrones y .615 de slugging, mientras que en las 10 temporadas posteriores los dejó en 148.4; .309; 39.2 y .574, respectivamente.
Rodríguez reconoció que la culpa había sido suya, y debido al contrato de 252 millones que firmó con los Rangers de Texas en el 2001, decidió utilizar drogas para mejorar el rendimiento. "En general, sentía una presión tremenda por jugar, y jugar bien en Texas. Había firmado este gran contrato y sentía que necesitaba algo, un empujón, sin investigar a fondo lo que estaba tomando. Me disculpo con los fanáticos de Texas".
