Santonio Holmes, Jugador Más Valioso del Super Bowl, festejó con Mickey Mouse la obtención del Trofeo Vince Lombardi con un desfile en el Reino Mágico de Disney. (AP)
La anotación del triunfo se produjo en el último minuto.
Ya nadie se puede quejar que el Super Bowl sea aburrido, particularmente esta década.
La victoria 27-23 de Pittsburgh sobre Arizona marcó la quinta vez en nueve ediciones que el campeonato de la NFL se decidió por menos de un tochdown y la cuarta ocasión que la anotación del triunfo se produjo en el último minuto.
El touchdown de la victoria llegó a través de un pase de Ben Roethlisberger a Santonio Holmes cuando quedaban 35 segundos en el partido, el mismo tiempo que restaba hace un año cuando los Giants de Nueva York anotaron para derrotar por 17-14 a los Patriots de Nueva Inglaterra.
La ofensiva del triunfo de los Steelers comenzó desde su yarda 22 con 2:42 minutos por jugar; la de los Giants comenzó en su yarda 17 con 2:39 minutos.
“Dimos un gran espéctaculo en un escenario inigualable”, dijo el comisionado Roger Godell.
Holmes recibió el premio al Jugador Más Valioso. No pudo dormir mucho tras el partido, al igual que Mike Tomlin, el técnico de los Steelers, quien los llevó al campeonato en la que fue apenas su segunda temporada como entrenador en jefe.
Para Holmes, que terminó con nueve pases atrapados para 131 yardas, fue una redención por dos vías.
En la jugada previa al touchdown del triunfo, Homes pareció dejar escapar un pase más fácil en la zona de anotación.
Además, a media temporada, fue suspendido por Tomlin por un partido por posesión de marihuana durante un retén de la policía en Pittsburgh.
“Aprendí mucho de ello. He madurado mucho”, agregó.
Goodell agregó: “Santonio me jaló cuando bajaba del podio y me dijo ‘gracias por creer en mí”.
Fue otra gran noche para Goodell y para la liga.
Quizás el Super Bowl del domingo fue el mejor de esta década.
El domingo, Kurt Warner ayudó a los Cardinals a remontar una desventaja de 13 puntos antes de la ofensiva definitiva de los Steelers.
Se anotaron 23 puntos en los últimos 7 minutos del partido, de los cuales 16 fueron anotados de manera consecutiva por los Cardinals para remontar una desventaja de 20-7, pero los Steelers anotaron los últimos siete para poner cifras definitivas.
Vieron el Súper Tazón 90 millones de estadounidenses
El Súper Tazón XLIII de la NFL fue visto por unos 90 millones de estadounidenses, un seis por ciento por debajo de la final del año pasado, pero siguió siendo el evento más visto del año en el país.
Según datos provisionales de Nielsen Media Research, casi la mitad de los hogares norteamericanos vieron la victoria de último minuto de Acereros de Pittsburgh.
El Super Tazón, considerado un ritual anual del deporte y los negocios en este país, mostró que NBC la cadena encargada de la transmisión generó 42.1 puntos en promedio de rating durante las cuatro horas de transmisión del juego. Eso representó una baja del seis por ciento respecto de los casi 97.5 millones de estadounidenses que vieron a Nueva York vencer a Nueva Inglaterra el año pasado.
El juego final no estuvo lejos de la controversia pues una estación de televisión de Tucson, Arizona, reportó que su transmisión del juego se interrumpió durante unos segundos con una cinta pornográfica.
Honrarán con un desfile a los Acereros
La ciudad de Pittsburgh organizará un desfile hoy martes para festejar el triunfo de sus Steelers que vencieron el domingo a los Cardinals de Arizona en el Super Bowl.
El desfile se efectuará por la ruta tradicional del desfile del día de San Patricio por las calles de la ciudad. La marcha comenzará al mediodía en la Arena Mellon, seguirá por el centro de la ciudad y terminará en el Gateway Center.
Los Acereros vencieron por 27-23 a los Cardenales de Arizona para convertirse en el primer equipo de la NFL en sumar seis campeonatos en el Super Tazón.
Aproximadamente 250,000 aficionados salieron a marchar en el 2006 para festejar el triunfo de los Steelers en el Super Bowl sobre los Seahawks de Seattle.
Miles de aficionados de los Steelers, vestidos de negro y amarillo, llenaron las calles del sur de la ciudad el domingo, celebrando su récord de seis victorias en el Super Bowl.
Las personas salieron de los bares del área momentos después de que los Acereros amarraron su victoria por 27-23 sobre los Cardenales de Arizona en Tampa. Algunas personas lloraron mientras cantaban el tema “We are the champions”, del grupo inglés Queen. (AP)