Al parecer la guerra entre grupos antagonistas de delincuentes podría terminar.
Acuerdo
Debido a que los grupos se estaban preocupando más en las ejecuciones en contra de sus adversarios, descuidaron el negocio del tráfico de droga.
La disputa por la plaza duranguense entre por lo menos dos cárteles de la droga, así como se registra en otras entidades como Sinaloa, Baja California, Chihuahua, entre otras, ha arrojado una innumerable cantidad de ejecuciones y aunado a esto por preocuparse más por las rivalidades entre contrincantes descuidaron el negocio; por tal razón los líderes de estos grupos delictivos se reunieron en la capital sinaloense y pactaron algunos acuerdos entre los que destacan el cese al fuego, aunque se podrían decir que existe una cláusula que es la de cobrar los ajustes de cuenta que ya estaban pendientes.
Fue desde el mes pasado cuando los representantes de los cárteles se sentaron a platicar al respecto, según informa la publicación del semanario Río Doce, de Sinaloa, y de acuerdo con la investigación realizada por la agencia Proceso, este pacto es verídico e inclusive se ha notado en la disminución de homicidios relacionados con la delincuencia organizada.
Complicidad. Según la información publicada con el encabezado “Pactan los narcos. La Sedena lo promueve y el Cisen lo registra”, sostiene que el cese al fuego se pactó “para recuperar el control del tráfico de enervantes que, debido a su concentración en la guerra, estaban perdiendo” los cárteles. Además, se estableció que cada organización “cobraría los ajustes de cuentas” que tenía pendientes antes de llegar a este acuerdo.
Tras haber pasado más de diez días de la publicación ninguna institución desmintió la nota elaborada por Río Doce y de acuerdo con la información dada a conocer por Proceso, el Ejército ya no realiza patrullajes y quitó los retenes de varios puntos de Sinaloa, dejando sólo el que se ubica por la carretera que lleva al límite de Durango y Sinaloa.
Disminución. Para los sinaloenses fue raro no escuchar tantas balaceras en el periodo comprendido entre el 24 y el 31 de diciembre y todos comentan sobre el mentado pacto, según lo señala la publicación.
Los enfrentamientos por el control de la plaza sinaloense, al igual que de Tijuana, Chihuahua, Durango, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Baja California y el Distrito Federal, se recrudecieron a partir del 30 de abril de 2008, cuando los hermanos Beltrán Leyva se escindieron del cártel de Sinaloa y pactaron con Vicente Carrillo Fuentes, aliado de ‘Los Zetas’. Estas tres organizaciones, al igual que los Arellano, combatían al cártel de Sinaloa.
Esta guerra, que aparentemente ha concluido después de casi ocho meses de ejecuciones y enfrentamientos, el año pasado dejó un saldo de 5 mil 500 ejecuciones en el país, mil 156 de ellas en Sinaloa.
El Siglo de Durango | Agencias
Los protagonistas que firmaron
Según el semanario Río Doce, “en el acuerdo de cese al fuego al parecer participaron representantes de organizaciones que dirigen Ismael “El Mayo” Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Arturo Beltrán Leyva, los hermanos Arellano Félix, además de Vicente Carrillo Fuentes”.
Señala que el primer acercamiento estuvo a cargo de representantes de segundo nivel de estas organizaciones y se llevó a cabo en un privado de un exclusivo restaurante de Culiacán especializado en mariscos.
Se asegura que de estos encuentros tuvo conocimiento la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), instancias que montaron discretos operativos y se mantuvieron informados de los avances de estas negociaciones, afirma Río Doce.
“Uno de los argumentos planteados por los capos de las organizaciones criminales que participaron en la tregua es que se han olvidado del mercado y del negocio local de la droga por priorizar las ejecuciones y enfrentamientos entre bandas contrarias”. Descuidaron el negocio y son otros los que lo están operando y no precisamente con autorización de los jefes”, añade la nota.
Sin embargo, se afirma en el semanario, acordaron que todavía realizarán las ejecuciones que tienen pendientes como parte de anteriores “ajustes de cuentas”.
Datos.
Informe. Una fuente cercana al cártel de Sinaloa, y que pidió no publicar su nombre, señala que tiene conocimiento de que la iniciativa para este encuentro fue Joaquín “El Chapo” Guzmán quien contactó a los jefes de otras organizaciones a través de un emisario al que los cárteles identifican como “el M1”.
Puntos. Inicialmente las organizaciones pactaron dos puntos fundamentales: “El cese al fuego hasta el día 30 de enero de este año y las cuentas (ejecuciones) que cada cártel tenía pendientes de cobrar. Cada uno cede y acuerdan concluir los ajustes pendientes”, reitera la fuente.
Ubicación. Dos días después del primer encuentro los jefes de los cárteles sellaron el pacto. En esta ocasión se reunieron durante cinco horas en el centro recreativo Nuevo Altata, a 20 minutos del municipio de Navolato y a 40 de Culiacán.
Reencuentro. Se supo que asistieron Vicente Carrillo, los Arellano Félix, Joaquín Guzmán Loera y Arturo Beltrán Leyva, aunque también se dijo que a la segunda reunión se sumaron representantes de La Familia, operadora de Michoacán y del cártel del Golfo, de Tamaulipas.