Rosy Gaucín
El Siglo de Durango
Objetivo
Se busca crear conciencia sobre efectos nocivos.
Durango. “Un abismo generacional de más de 20 años impide que los niños tengan una alimentación adecuada; muchos padres no se preocupan por lo que consumen sus hijos”, afirmó el director del DIF Estatal, Francisco Fournier Drew.
Antes no se tenía la suficiente información sobre los riesgos que representaba la obesidad en los niños, era común observar a personas “gorditas” y se pensaba que era sano y simpático, puntualizó.
Repercusiones. En la actualidad las cosas han cambiado y ya se conoce sobre los efectos negativos que se originan cuando una persona tiene problemas de sobrepeso u obesidad, y lo más importante es concientizar a los padres de familia y a los niños acerca del tema.
“La regulación de las cooperativas escolares solamente es una alternativa pero no es la solución para eliminar los malos hábitos alimenticios, es trabajar de la mano de instituciones y de la comunidad escolar”, afirmó.
Comentó que se tuvo un acercamiento con la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF) para orientarlos sobre las consecuencias de que den dinero a sus hijos para comprar en el exterior de los centros educativos, ya que generalmente consumen comida con bajo contenido nutrimental en el trayecto a la casa.