En alarde de ingenuidad, o quizá de desesperación, el director general del Seguro Social, Daniel Karam Toumeh, lanzó a quemarropa un obús que desnudó de cuerpo entero la triste realidad del organismo
El olor a pólvora desvaneció de inmediato el incienso quemado a la figura presidencial ("su distinguida presencia de realce a esta solemne ceremonia") en la apertura de la asamblea general ordinaria número 10 de la instancia de seguridad social.
Los párrafos son implacables:
"No se trata de retos menores. Los seguros médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social en su conjunto ya suponen un déficit actuarial equivalente a 38% del Producto Interno Bruto.
"Por otra parte, a pesar del significativo acuerdo alcanzado en 2008 con el sindicato para garantizar el financiamiento de las jubilaciones de las nuevas contrataciones, el pasivo laboral del régimen de jubilaciones y pensiones de los propios trabajadores del instituto asciende a 1.2 billones de pesos, lo que equivale a casi 10% del Producto Interno Bruto".
Reunidos, pues, en un solo ramillete los pasivos alcanzan 48% del valor de la producción total del país durante un año, o si lo prefiere usted el presupuesto público total de 10 años.
Naturalmente, el fardo supera varias veces el valor de la totalidad de los activos de la instancia tripartita, lo que en un escenario contable normal la colocaría en quiebra técnica.
Sin embargo, dado que por su naturaleza social ésta no podría asumir la posibilidad de un concurso mercantil, o procedimiento de quiebra ordenada, el quebrado es su aval, es decir el gobierno.
La paradoja del caso es que el responsable del organismo recurrió a su propia retórica para desactivar las alarmas:
"Ante éstos y otros retos, las preguntas que nos hacemos son: ¿podemos seguir adelante, podemos cumplir con nuestros deberes de hoy y prepararnos para los retos del porvenir? Nuestra convicción es que sí se puede".
Así de simple. Así de fácil.
Más aún, a juicio del funcionario, aunque la lógica hablaría de que a menos recursos menos inversión, "estamos convencidos que en materia de seguridad social este criterio pierde vigencia y pertinencia".
El problema es que no salió a escena la palabra cómo, por más que se planteó la posibilidad de enviar al Congreso de la Unión una iniciativa para que por primera vez en la historia se permita la utilización de una parte de las reservas del organismo. Cubrir, pues, el boquete con más boquetes. Como hacer una transfusión de sangre pasando ésta de un brazo al otro.
Qué le hace si en el acto de contrición frente al colosal absurdo que agravará aún más el desahucio financiero de la institución se habla de que "no podemos ni debemos pensar que el uso de las reservas que con tanto esfuerzo se han acumulado es el camino a seguir en los siguientes años. Esta vía sería simple y sencillamente insostenible".
No, pos sí.
A quién le importa el ramillete de opciones que tiene frente a sí el organismo al margen de incrementar las cuotas obrero-patronales.
Ahí están, pese a la legislación que apuntaba a meterlas en cintura, las miles de empresas bajo la modalidad de outsourcing o subcontratación, que eluden la seguridad social sin responsabilidad real para la firma que las utiliza, por más que se habló de implantar la figura de "responsabilidad solidaria".
De acuerdo con el cálculo del propio Seguro Social, existen actualmente 2 millones y medio de trabajadores contratados bajo la modalidad, la mitad de los cuales no cotiza en éste, en tanto otra parte significativa lo hace en términos inferiores a los reales.
Y si le seguimos, las compañías de seguros, amparadas bajo la figura de "comisionistas", soslayan la evidente relación laboral con sus agentes, escatimando la exigencia de seguridad social.
En la ruta están firmas como Avón y Omnilife, que mantienen ejércitos de vendedores en las calles, por más que la primera le "concede" la exigencia de ley a las mujeres más activas
Y si le seguimos, se cuentan con los dedos las escuelas particulares que inscriben a sus maestros a la seguridad social, por más que la mayoría trabaja de tiempo completo.
Y, bravo para cobrar las cuotas atrasadas, el organismo soslaya la simulación de miles de empresarios que mantienen cotizando a sus trabajadores con el salario mínimo, a soslayo del colosal fiasco que llega a la hora de la jubilación. Y no le seguimos por falta de espacio.
¿Nos sentamos a ver cómo se agotan las reservas del instituto?
En lo que pareciera la cumbre de las concesiones, la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado está planteando una comparecencia para escuchar la versión del líder minero Napoleón Gómez Urrutia Napo sobre lo que califica de persecución política del gobierno
Dicho con todas las letras, los legisladores dialogarán con éste en una pantalla. El resto de los actores del asunto ha acudido personalmente.
El problema es que bajo el nuevo expediente integrado contra el hijo de Napoleón Gómez Sada, más allá del testimonio de 10 mil trabajadores a los que no les llegaron los recursos que se les prorratearían a la extinción del fideicomiso en resguardo original de 55 millones de dólares que cedió Grupo Minera México a cambio de 5% de las acciones de Mexicana de Cobre y Minera de Cananea, existen nueve tomos que documentan lavado de dinero.
VERACRUZ EN PELIGRO
De acuerdo con la calificadora de deuda Standard & Poor's, Veracruz se encuentra en grave riesgo crediticio, dado el sobreendeudamiento alcanzado durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
El alerta lo lanzó la firma tras el anuncio de una emisión adicional de bonos de deuda por 6 mil millones de pesos aprobada por el Congreso local el 28 de agosto pasado. Estamos hablando, para decirlo coloquialmente, de la "bursatilización" de los ingresos a futuro de la entidad federativa, es decir recibir el importe desde ya, pagándolo con intereses.
El monto actual del débito alcanza ya 70 por ciento de los ingresos discrecionales anuales estimados para este año, superando 46% del reportado al cierre de 2008.
De degradarse la calidad crediticia de la entidad, el rédito se irá a las nubes.
TLAYUDAS, MARCA REGISTRADA
En lo que constituye una sorpresa, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial le acaba de otorgar el registro como marca a dos productos emblemáticos de Oaxaca: las tlayudas y los alebrijes.
Las primeras llevan el sello colectivo de "Mi Querencia", y los segundos de "Tonca", en paralelo a una denominación de origen para el mezcal.
Está en proceso, además, el Café Pluma, una de las variedades más reconocidas a nivel mundial.
De las un millón 100 mil marcas registradas en el país, únicamente 12 son colectivas.
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