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Palabras de Poder

JACINTO FAYA VIESCA

EL ABURRIMIENTO

"La superstición, el temor, la avaricia, el odio, el hastío de vivir y muchas otras cosas malas, son generalmente el resultado exclusivo del aburrimiento y de una gran debilidad de la voluntad", escribió el filósofo y científico Alemán, KEYSERLING.

El aburrimiento es lo que más se parece al tedio y al fastidio, y es una sensación de cansancio. Cuando estamos aburridos tendemos a exasperarnos, a molestarnos; experimentamos un sentimiento de hartura, de desinterés, de monotonía. Todos los seres humanos hemos experimentado el estado de aburrimiento, que es también una especie de letargo.

El problema se complica cuando el aburrimiento nos invade con frecuencia, pues éste estado emocional atenta contra nuestra felicidad. Hay quien ha pensado que el hastío es una tristeza sin amor. La realidad, es que el aburrimiento, tedio o hastío, según lo queramos llamar, cuando nos embarga con frecuencia, debe de constituir una seria alarma. Es la alarma que nos indica que nuestra vida empieza a perder interés. En ese momento, los tensores de nuestro espíritu se aflojan, y nuestra vitalidad empieza a menguar.

En cartas de un gran número de suicidas, se ha dejado constancia, que el tedio, el fastidio, fue la causa de que se privaran de la vida. Y esto les puede suceder a las personas más ricas y famosas.

El tedio no respeta condiciones económicas o sociales. Cuando observemos a un ser querido nuestro, que entra a ese túnel obscuro del aburrimiento, o bien, cuando somos nosotros los que empezamos a padecer eclipses en nuestra alma, debemos tener mucho cuidado, pues se trata de un trastorno serio. Pudiera no ser un problema emocional ni físico, sino solamente que la persona ha perdido el sentido de su existencia.

A veces, el aburrimiento es la consecuencia de que tendemos a divertirnos en exceso, y ello confunde a la persona, pues los lapsos entre una diversión y otra se van agrandando, y al ser las diversiones excesivas una adicción, la persona se encuentra perdida ante los retos que la vida le impone.

El escritor español RICARDO LEÓN, expresó: "El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia".

Esto es cierto, y cuando muchas de las cosas de nuestro entorno nos son indiferentes, debemos hacer un enorme esfuerzo y prender todos los focos rojos de alerta. Y para apoyar esta afirmación, veamos lo que escribió el poeta y ensayista inglés, COLTON: "El hastío ha creado más jugadores que la avaricia, más borrachos que la sed y acaso tantos suicidas como la desesperación".

CRITILO se pregunta: ¿qué hacer para que el aburrimiento no nos invada con frecuencia, sino sólo ocasionalmente, como a toda persona normal? Primeramente, nos dice CRITILO, darnos plenamente cuenta, tomar conciencia, de que el frecuente aburrimiento está revelando que sentimos un vacío interior; que nuestra vida la podemos encender de nuevo con el trato más frecuente e íntimo con personas de nuestro agrado.

Darnos cuenta, que el vacío existencial lo podemos llenar no con entretenimientos, pasatiempos, ni descanso, sino con actividades que nuestro corazón desee.

Con frecuencia, abandonamos proyectos y tareas sólo porque a nuestros padres o cónyuge no les agradan, aun cuando esos proyectos y tareas nazcan de lo más profundo de nuestro corazón. Recordemos, que aburrirnos con frecuencia es como acariciar a la muerte.

La vida, nos dice CRITILO, está llena de opciones que nos pueden convertir en persona llenas de vitalidad y de entusiasmo. Pero para ello, tenemos que ser muy valientes: dedicarnos a lo que nuestro corazón nos indica y no lo que nos manda la ambición económica o las falsas exigencias de nuestra sociedad de consumo. ¡De nosotros depende que nuestro corazón sea el pedernal que de nuevo encienda nuestras vidas!

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