SER FELICES AQUÍ Y EN EL AHORA
¡Ser felices a toda costa!, podría ser uno de los lemas fundamentales de los últimos 25 años en las sociedades de Occidente.
Ya sabemos, que todas las religiones nos prometen la felicidad en el "otro mundo", y a través de milenios, los pueblos de toda la tierra de manera callada y resignada se quedan con la esperanza resentida de llegar a ser felices en "el más allá" pero la neurología y los fármacos destinados a ayudar a cientos de millones de personas en todo el mundo que sufren de perturbaciones mentales y emocionales, ha permitido que los médicos ya no solamente se enfoquen a mitigar el dolor físico y las diferentes formas de invalidez y a curar las enfermedades. Ahora, los médicos psiquiatras, neurólogos y psicólogos se han adentrado a un campo que jamás se habían atrevido a incursionar: combinar la ciencia médica con las técnicas psicoterapéuticas no solamente para aliviar el sufrimiento emocional, sino para darle al ser humano lo que siempre con inmenso afán ha buscado: la felicidad en la tierra, en el aquí y en el ahora.
Ya en los clásicos griegos y latinos encontramos una profunda y eficaz terapia para el alma y la obtención de la felicidad. ¿Qué acaso, las Máximas de Epicuro, el Manual de Epicteto, Las Epístolas de Séneca, Las Meditaciones de Marco Aurelio, la Ética a Nicómaco de Aristóteles, no constituyen los más geniales escritos que son la base de muchas corrientes de psicoterapia de hoy en día? Y estamos hablando de escritos de hace dos mil y más años.
El Manual de Epicteto, griego nacido en el año 50 después de Cristo, es la primera obra de psicoterapia, y de tal profundidad, que modernas corrientes psicológicas lo han tomado como obra fundamental.
El 4 de julio de 1776, la rebelión de las trece colonias contra la Corona Británica se declararon independientes, en la hoy Norteamérica, manifestando, entre otras ideas, las siguientes: "Mantenemos que hay verdades intrínsecamente evidentes: todos los hombres son creados iguales y están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables. Entre estos derechos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".
Critilo nos recuerda, que un signo característico de las sociedades de Occidente en los últimos 25 años, consiste en buscar la felicidad como algo que es alcanzable. Sobre este particular se dan dos tendencias fundamentales: los que creen alcanzar la felicidad en base a los placeres sin control alguno y con los riesgos graves a la salud que ello podría implicar; en esta tendencia están también quienes pretenden la felicidad a través de las drogas, el alcoholismo y los placeres ilimitados, así como a través de una compra desenfrenada de todo tipo de cosas; y la otra tendencia consiste en reconocer que tenemos derecho al placer y a la felicidad aquí en la tierra, y no tener que esperarnos al "más allá". Esta tendencia se decide por la obtención del gozo y de los placeres sensoriales, pero obtenidos de un modo responsable y controlado, cuidando de no dañar a otras personas. Tendencia que busca también, la combinación de la medicina de la química del cerebro con la psicoterapia del alma.