Papás, ¡háganse a un lado!

Antes de lanzarse al ruedo, estos jóvenes tuvieron que probarse a sí mismo que los suyo era vocación.

Casi todos los niños sueñan con ser algún día como sus papás, y si éstos se dedican a actuar, cantar o cualquier otra actividad artística, ese anhelo infantil cobra mucha más fuerza.

Claro que cristalizarlo requiere mucho más que llevar un apellido famoso, y eso lo han comprobado Sebastián, Zuria, José Ángel, Ana Victoria, Cassandra, Ximena, Alexander, Cassandra y José María, quienes tuvieron que demostrarle a sus propios padres que lo suyo era vocación y no inercia.

Para lograrlo se han preparado, han tocado muchas puertas y hasta han echado mano de sus ahorros. El año que terminó comenzaron a recoger los primeros frutos de su dedicación y ya se preparan para la cosecha de este 2009.

“Desde niño me gustaba la ópera, agarraba una espada y hacía como que dirigía a la orquesta o me ponía sombreros. Quien me veía, pensaba: ‘¡Ya valió ma..., este niño va a ser actor!’”, recuerda José Ángel Bichir.

Pero ni aún siendo miembro de una dinastía de actores encontró la mesa puesta. Su padre, Odiseo, no quería que perdiera su infancia ni que se contaminara.

“Mi familia no me ha dado clase directamente. Si le pregunto algo a mi papá, a Bruno o a Demián, seguramente me van a contestar, pero ellos tienen la idea de que la actuación es muy natural y que cada quien descubre su rollo.

“Creo que mi carrera se ha ido suavecito y eso lo agradezco, porque todavía puedo salir a la calle o sacarme un moco sin que la gente me moleste. Todo llega cuando estás preparado para asimilarlo”.

Y algo similar le ocurrió a Ana Victoria, pues aunque desde niña expresó una vocación musical, sus padres, Diego Verdaguer y Amanda Miguel, no la tomaban muy en serio.

“Empecé a componer a los 5 años. Hacía canciones muy chistosas para mis mascotas, para jugar con mis compañeras. Las hacía con el piano: melodía, letra y música”, comparte.

“Después, a los 13, cuando me enamoré, me di cuenta de que mis composiciones podrían gustarle a otros, convertirse en algo serio que la gente quisiera escuchar. Originalmente no estaba en mi mente cantar, sino sólo hacer música”.

Cansada de los shows que ofrecía en casa, Ana Victoria se fue a vivir sola a Los Ángeles y luego a Nueva York cuando ni siquiera había cumplido 18 años. Su deseo de hacer música era real, asegura, y por eso fue de aquí para allá tocando puertas, conociendo gente y sobreponiéndose a decepciones.

“Pensé que no importaba cuánto tiempo me costara, yo llegaría a lo que quiero hacer. Por eso hice mi disco de manera independiente, porque no quería estar esperando a que algún presidente de una compañía hiciera algo por mí. Y por eso se llama ‘Ready’, porque ya me pasaron tantas cosas, que siento que ya era el momento”.

Alexander Acha también aprendió que el tiempo es sabio, y por eso no apresuró su ingreso al mundo de la música. Antes quería estar preparado y contar con una propuesta bien definida.

“No quería empezar mi carrera sin saber qué iba a hacer o qué le quería entregar al público. Hasta que lo tuve claro decidí lanzarme. Creí que era el tiempo ideal para hacerlo y ni yo ni todo el equipo que me respalda nos equivocamos”, considera el primogénito de Emmanuel.

A veces, el trabajo de sus padres hacía que la convivencia se diera entre telones y butacas de un teatro. Y precisamente ahí fue donde José María de Tavira hizo de la actuación un elemento de su vida cotidiana. Sin embargo, el peso de su apellido lo orilló a irse a Londres, cuando tenía 17 años.

“En el teatro, Tavira es un apellido que pesa muchísimo. Tenía miedo de que me fueran a decir: ‘el hijo de...’ todo el tiempo. Por otro lado, tenía la necesidad de probarme a mí mismo que me gustaba realmente”, recuerda el protagonista de Arráncame la Vida.

A Cassandra Ciangherotti también le daba cierto temor seguir el camino de su padre, Fernando Luján, aunque se moría de ganas de meterse al escenario cuando él actuaba.

“La primera vez que hice un trabajo profesional fue en una película que se llamó La Última Batalla, pero había un niño que me molestaba muchísimo y no pude contra eso. Me sacaron”, admite.

Y aunque luego le llegaron más oportunidades, actualmente disfruta más enseñar a otros niños lo que ha aprendido del mundo de la actuación.

Sebastián Zurita (22 años)

Padres: Humberto Zurita y Christian Bach.

De su apellido: “A la hora de la hora, la gente te juzga por tu trabajo, no están viendo un apellido... El apellido no actúa, eres tú”.

En 2008: Inició su protagónico en En Nombre del Amor.

En 2009: Montará una obra de teatro y filmará las películas Botargas y Me Olvidarás. Estrenará el filme Ángel Caído, del cual fue productor ejecutivo.

Alexander Acha (23 años)

Padres: Emmanuel y Mercedes Alemán.

De su apellido: “No me molesta que me recuerden como el hijo de alguien que, más allá de la fama y gloria, tiene una buena reputación”.

En 2008: Lanzó Voy, álbum que recibió Disco de Oro por 50 mil copias vendidas. Se casó con Christiane Nicole Burillo.

En 2009: Continuará la promoción de su disco debut.

Zuria Vega (19 años)

Padres: Gonzalo Vega y Leonora Sisto.

De su apellido: “Puedes ser hijo del hombre más talentoso del mundo y tú no serlo. Eso viene en cada uno”.

En 2008: La gente ya la reconoce como Renata, su personaje en la telenovela Alma de Hierro.

En 2009: Seguirá en la telenovela.

Ana Victoria (24 años)

Padres: Amanda Miguel y Diego Verdaguer.

De su apellido: “No ando por la vida con la pancarta de: ‘Soy la hija de...’. ¡Qué hueva!”.

En 2008: Lanzó, de manera independiente, el disco “Ready”. Participó con un par de temas en la película TinkerBell de Disney. Grabó el tema del Teletón a dueto con Fato.

En 2009: Lanzará un tercer sencillo en enero. Espera tener conciertos y contrataciones para tocar en vivo.

José Ángel Bichir (21 años)

Padres: Odiseo Bichir y Patricia Pascual.

De su apellido: “No he sentido presión ni un peso, sino responsabilidad y agradecimiento”.

En 2009: Se estrena un comercial de Telcel, donde fue dirigido por Daniel Gruener, y la película Revoluciones por Minuto, de René Cardona III. Comenzará a filmar El Cefalópodo, cinta de Rubén Imaz. También trabaja un proyecto de teatro multimedia.

Michel Castro (27 años)

Padres: Verónica Castro y Enrique Niembro.

De su apellido: “Es un arma de doble filo: sí abre puertas, pero la crítica es mucho más dura”.

En 2008: Debutó como productor de cortos con En la Oscuridad, donde su mamá hace una breve intervención.

En 2009: Planea hacer un largometraje en coproducción con España y Argentina.

José María de Tavira Bianchi (25 años)

-Padres: Rosa María Bianchi y Luis de Tavira.

-El apellido: “Al apellido le tenía miedo, pensaba que me ponía una vara muy alta, pero al contrario me ha ayudado muchísimo, te abre puertas, la gente te relaciona en este negocio, sobre todo en México las relaciones son las que te llevan eventualmente a tener trabajo, aunque la calidad de tu trabajo es lo más importante. Y he hecho mi mejor esfuerzo para no desprestigiar el nombre”.

En 2008: Participó en Arráncame la Vida, como el director de orquesta que le atrapa el corazón al personaje de Ana Claudia Talancón.

-En 2009: Protagonizará la cinta El Baile de San Juan, promoverá el cortometraje 100 Metros en los Festivales de Edimburgo y Touluse, estrenará la película Amar a Morir, y realizará una adaptación de La Vida de Galileo para la Compañía Nacional de Teatro, que será estrenada en el Festival Cervantino.

Cassandra Ciangherotti Cevallos (21 años)

-Padres: Fernando Luján y Adriana Parra.

-De su apellido: “No siento ninguna responsabilidad, siento que la vida da muchas vueltas, a lo mejor la gente espera que mi nombre se haga muy famoso, a lo mejor otros esperan que no se haga famoso y que haga bien mi trabajo, es tan relativo el defraudar o no”.

-En 2008: Grabó la cinta Paradas Continuas, dirigida por Gustavo Loza; y también Viaje Redondo, de Gerardo Tort.

-En 2009: Iniciará grabaciones en la serie Locas de Amor para Televisa.