Para mandar...

México, df. Obsesivo. Puede llamar un día cualquiera a las tres de la mañana para comunicar que ganó un premio o preguntar alguna cosa que se le ocurrió en ese momento.

Sincero. Cuando filmó la película Amores Perros, su ópera prima, reconocía que no sabía dirigir actores, así que para sacarles el máximo jugo, les tarareaba canciones que los ayudaran.

Mal estudiante. Vivía una especie de existencialismo alimentado por las lecturas de autores controvertidos como el escritor alemán Herman Hesse.

Terco. Puede ser asaltado en una locación, pero eso no importa, se empecina en rodar en ella y convence a todo el equipo de que es lo mejor.

Regañón. Si alguien no hace las cosas como él quiere, puede pasarla mal un buen rato, eso que ni lo dude.

Todo eso y más es el realizador Alejandro González Iñárritu, dos veces candidato al Oscar, ganador del Globo de Oro por Babel y de la Palma de Oro como Mejor Director por la misma película.

Al menos es lo que dicen amigos y gente cercana a este publicista mexicano de 46 años que se ha convertido en uno de los cineastas más influyentes del orbe.

Ayer inició una nueva travesía: ser presidente del jurado en el Festival Internacional de cine de Tokio, en Japón.

"Es alguien que ha madurado mucho, si antes era un poco inseguro, ahora tiene mucho más aplomo en lo que hace", dice Tita Lombardo, quien fue su directora de producción en la película Amores Perros.

"Es obsesivo. Su frase: ya la tenemos (la secuencia filmada), pero vamos por otra, es famosa", añade Lombardo.

Vanessa Bauche, una de sus actrices en la ópera prima que le valió galardones internacionales, lo recuerda como alguien que se fijaba mucho en sus manos.

"Fue un proceso maravilloso, divertido, se acercaba a nosotros para dirigirnos emocionalmente, muy por afuera de la ortodoxia, así que nos tarareaba canciones para llegar a nuestro lado emotivo", cuenta emocionada la actriz.

Alejandro González Iñárritu, "El Negro" para sus amigos, estudió en la Universidad Iberoamericana. Escuchaba entonces a los grupos de rock progresivo The Who, Yes y Pink Floyd.

Cuando fue a hacer casting para ser locutor en la entonces naciente radiodifusora WFM, impresionó con su voz profunda. Lo demás es historia.

"Trabajábamos de lunes a jueves y comíamos, a eso nos dedicábamos únicamente. Él dice que tiene déficit de atención, lo que yo digo es que tiene atención selectiva, cuando pone atención en algo, ya lo tienes", comenta Martín Hernández, responsable del audio en todas las películas del afamado realizador.

Luego conocería al escritor Guillermo Arriaga y juntos harían la película Amores Perros, ganarían en el Festival de Cannes y viajarían por el mundo.

Fue precisamente "El Negro" quien convenció (una de sus cualidades) a Altavista Films de que la historia debía ser contada con cámara en mano y con cierto grano en su textura, lo cual era un reto que podía derivar en fracaso.

Ya en el set, podía estar leyendo el guión, viendo a los actores, planeando la secuencia y darse tiempo para bromear con el que pudiera.

"Es de los directores que se meten al set segundos antes de arrancar, para arreglar algo del cabello de los actores ¡está en todo!", narra su cinefotógrafo, el conocido realizador Rodrigo Prieto.

Y vaya que está al tanto de todo. Claudia del Castillo, quien se encargó de la campaña de medios para el lanzamiento de Amores Perros, cuenta:

"Es alguien que revisa con mucho cuidado todo lo que sale de él. Pero así como puede hablar en la madrugada para informar de algo, te puede mandar flores y una carta personalizada para agradecerte el camino en que lo has acompañado".

 VENCE A LA NATURALEZA

Cuando filmó Babel en el desierto de Baja California, González Iñárritu contaba emocionado que debían cuidarse de las víboras y animales ponzoñosos del lugar. Y estaba feliz de haber logrado luchar contra esos obstáculos de la naturaleza.

"Es alguien que absorbe de todo, en el lugar que esté, como esponjita. Aprovecha lo que ve y lo suma a lo que quiere contar", relata Tita Lombardo.

Pero también es alguien que ve las cosas con humor. Cuando en 2006 se le preguntó su experiencia en Japón al haber rodado la película Babel, contestó de buen humor.

"(He aprendido) ¡Que jamás podré comer arroz con los palitos! Comparada con Tokio, Nueva York pasa a ser una ciudad provinciana, ¡casi rural! pensar que hace sólo 70 años ahí sólo habían cenizas!.

"Es una cultura fascinante, compleja, contradictoria. Precisamente cuando piensas que has empezado a entenderlos, es que te das cuenta que aún no has comprendido nada", comentó.

"El Negro" se encuentra en estos momentos en la posproducción de la película Biutiful, protagonizada por el actor Javier Bardem, a quien dirigió en locaciones de Barcelona. Se espera su estreno para 2010, aunque sin fecha precisa.

Y no hay que olvidar que junto a Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno) y Alfonso Cuarón (Niños del Hombre) fundó una productora bajo el nombre de Cha Cha Chá. "Yo quería que se llamara Menage Atroz,", dijo el cineasta.

 TITA LOMBARDO

Directora de producción de Amores Perros