Día de paz. En esta foto del 27 de julio, palestinos de Cisjordania disfrutan de un día en la playa. Niños que se ríen construyen castillos, dibujan cuadros en la arena y se salpican agua unos sobre otros. AP
Organizaciones civiles tratan de reunir a israelíes y palestinos con excursiones al mar, con el ciriterio que la paz se construye con encuentros personales de uno por vez.
BAT YAM, ISRAEL.- Niños levantan castillos, dibujan en la arena y chapotean en las olas en algo que es una novedad para los habitantes de Cisjordania: un día de playa.
Mientras la desconfianza mutua y un muro mantienen separados a israelíes y palestinos, organizaciones civiles tratan de reunirlos en excursiones como éstas, con el criterio de que la paz se construye con encuentros personales, de uno por vez.
Dos de estos grupos, Combatientes por la Paz y Vigilia Machsom, organizan excursiones a playas israelíes para niños palestinos con sus padres. El 27 de julio pasado, 75 palestinos fueron en autobús desde Hebrón, Cisjordania, a una playa al Sur de Tel Aviv después de cruzar un retén a pie.
Muchos veían el mar por primera vez y fue un momento de esperanza.
"Sentimos que debemos vivir en paz y crear un clima en el que nuestros chicos tengan una vida mejor que la nuestra", dijo Ziad Sabatein, de 37 años, padre de 5 niños.
"Vivimos la insurgencia (palestina) y los ataques mutuos, experimentamos estas cosas junto (a los israelíes). ¿Por qué no habríamos de conocer esta clase de vida?"
El ingreso de los palestinos a Israel está prácticamente vedado desde 2000, cuando iniciaron una insurrección a la ocupación israelí que dio lugar a enfrentamientos cruentos. Aunque en gran medida ha regresado la calma, los habitantes de Cisjordania necesitan permisos especiales para entrar a Israel.
Las conversaciones de paz con el Gobierno de Mahmud Abbas están detenidas, en parte porque se niega a negociar hasta que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pare obras de construcción en los asentamientos judíos en el territorio.
Pero el premier israelí, un belicista, ha eliminado algunos retenes y prometido ayudar a la economía cisjordana para mejorar el clima.
En esta situación, Israel ha flexibilizado algunas restricciones y facilitado el otorgamiento de permisos de ingreso a Israel.
En cambio, la Franja de Gaza, gobernada por la milicia Hamas, sigue sellada. Israel, que considera a Hamas grupo terrorista, no tiene relaciones con la milicia islámica y mantiene un bloqueo del territorio costeño, lo que impide a sus 1.4 millones de habitantes ingresar al Estado judío salvo en casos excepcionales de necesidad humanitaria.
Algunos permisos para la excursión a la playa, gestionados por los organizadores, fueron rechazados por las autoridades israelíes por razones de seguridad.
La mañana del 27 de julio, los palestinos de Hebrón fueron a la playa, con los primeros permisos que obtenían en varios años. Tardaron una hora en llegar a un retén en el muro que construye Israel en el límite con Cisjordania. Israel dice que la barrera es para impedir el paso de milicianos, pero los palestinos la consideran un medio para quitarles tierras.
Pasado el retén, abordaron autobuses y autos. "Vamos al mar", cantaban los niños.
Al llegar a Bat Yam, al Sur de Tel Aviv, algunas niñas estaban tan excitadas que se despojaron de sus túnicas y pañuelos y se arrojaron al agua vestidas con camisetas y pantalones de algodón. Sus madres, igualmente emocionadas, sin despojarse de sus pañuelos se sentaron en sillas de plástico a mojarse los pies en la orilla.
Los niños jugaron en las olas durante horas. Luego, todos abordaron una lancha para un paseo de 40 minutos frente a la costa.
Tzvia Shappira, activista israelí por la paz, organiza estas excursiones desde hace tres años. Quiere que los palestinos conozcan una faz más bondadosa de Israel.
"Ahora saben que hay otros israelíes, porque los que ven en sus aldeas son soldados y armas y retenes", dijo. "Ahora los niños y las mujeres ven que somos mujeres y hombres comunes de Israel, no soldados con armas".
No todos estaban complacidos. Ahmad Salameen permaneció fuera del agua y no le pareció bien ver a sus hijas en la playa con las niñas israelíes escasas de ropa.
"Si lo hubiera sabido, no hubiera participado en esto. Miren qué espectáculo", dijo, señalando a las niñas en bikini. "Como musulmán, no debería ver esto".