Las riñas que se registraron el fin de semana en el Centro de Readaptación Social de Gómez Palacio tienen su origen en dos grupos que disputan el control del penal, según el nuevo director del Cereso.
De hecho, en los últimos días se disolvieron dos intentos de motín, dijo el director interino, Israel Villalobos Valenzuela.
Seis internos murieron en riñas el viernes y sábado de la semana pasada, lo que provocó la entrada del Ejército y la Policía Federal para controlar la situación.
El domingo se registró otro conato de riña, pero sin consecuencias.
Villalobos, quien asumió la dirección del Cereso el lunes, reconoció que "la situación estaba incontrolable, el lunes y martes se logró desarticular dos motines que tenían planeados los internos".
Como consecuencia, los grupos antagónicos fueron separados físicamente para evitar nuevos enfrentamientos, explicó Villalobos y añadió que se mantiene un diálogo con los internos para conocer sus necesidades.
También se suspendieron actividades deportivas y de talleres, para evitar que internos se mezclen y provoquen nuevos enfrentamientos.
Dijo que la suspensión de visitas, que motivó protestas de familiares de internos, se debió a la necesidad de mantener la seguridad.
La violencia en el Cereso explotó el fin de semana, pero había tenido manifestaciones anteriores.
Además de los seis muertos de viernes y sábado, otros ocho internos fueron asesinados desde marzo.
Mientras tanto, la Policía Estatal Preventiva apoya la vigilancia en el interior y mantienen contacto con la Policía Federal y el Ejército.
"Ahorita está en calma", dijo Villalobos. "Pero el riesgo es latente".
