EL PRESIDENTE Felipe Calderón decidió por fin (más vale tarde que nunca) hacer cambios en su Gabinete, tanto en el Legal como el Ampliado. Por lo pronto removió al secretario de Agricultura, fusionó la Secretaría de Turismo con la de Economía, desapareció a la Secretaría de Reforma Agraria que fusionó a la de Gestión Social y nombró al nuevo director de Pemex y propuso al nuevo procurador general de la República.
SIN EMBARGO, El nuevo titular de Pemex Juan José Suárez Coppel a pocas horas de su nombramiento, ya dio mucho qué decir. Algunos legisladores lo señalan como el estructurador del régimen financiero y fiscal que puso a la paraestatal en estado de "Quiebra Técnica"; y aunque la culpa no lo es toda del propio Suárez Coppel, pues la Ley que autorizó a la Secretaría de Hacienda gravar hasta con el 85% del valor de la producción de Pemex, fue finalmente aprobada por la Cámara de Diputados, se pueden detectar sus pensamientos más íntimos en la materia.
OTRO DE LOS DETALLITOS Que se le ha encontrado al flamante nuevo director, es que proviene de la más pura y rancia aristocracia empresarial donde se distinguió de manera sobresaliente: fue director de finanzas de Televisa, director de finanzas de la Cervecería Modelo y responsable de una importante área de negocios de Banamex. No siendo tampoco malo haber servido a tres de las empresas más importantes y poderosas de este país, sí se debe reconocer que los intereses de esas empresas han estado, y están muchas veces en constante conflicto con los intereses del Estado unas veces, y hasta enfrentados en otras, y sin lugar a dudas Suárez Copel estuvo en uno de los dos lados y hasta enfrentado al Estado por las vías institucionales. En pocas palabras: es de deducirse que carece de la vocación de servicio público que en un cargo tan significativo, es muy importante tener.
PERO LO MÁS DELICADO De todos los cambios, lo ha sido la sustitución que hizo el presidente Calderón del Medina-Mora como procurador general de la República, para proponer en su nombre al licenciado Arturo Chávez Chávez. Para abrir boca, el licenciado Chávez es un perfecto desconocido en el foro y la judicatura en México. Viene a ocupar un lugar que tuvieron juristas distinguidos como Jorge Carpizo, Sergio García Ramírez, Jorge Madrazo entre muchos otros; pero lo más grave es que el licenciado Chávez Chávez, es uno de los socios del Bufete de abogados de Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia (que también fue procurador).
SEGÚN INFORMES Del abogado Francisco Cayuela, el señor licenciado Chávez Chávez todavía hace unos días, estaba demandando el pago de 5 mil millones de pesos al Gobierno Federal, con motivo de la indemnización que reclaman unos ejidatarios de Altamira, Tamaulipas, por él representados, en contra del Gobierno de Felipe Calderón.
SERÍA EL CASO Como poner a la Iglesia en manos de Lutero, pues la enorme red de intereses litigiosos que se maneja en el despacho de Don Diego y Lozano Gracia, vendría a repetir la historia del régimen foxista, en donde ese despacho profesional le hartó de ganar dinero tramitando juicios y ganándolos muchos de ellos, en contra de los intereses de la Federación y del propio fisco federal.
DE SER CIERTAS Las afirmaciones del licenciado Francisco Cayuela, abogado que representa a la empresa en Altamira, existiría un verdadero conflicto de intereses y hasta un posible delito de prevaricato por parte del procurador propuesto.
Y UNO SE PREGUNTA: ¿Qué no será posible encontrar en el foro y la judicatura un abogado que reúna y sin complicaciones, los requisitos más elementales que se requieren para el titular del cargo? ¿Qué en las universidades, institutos de investigación jurídica no se podría encontrar un abogado prestigiado con el perfil que demanda México en estos momentos?
SI EL SENADO Aprueba la propuesta, el único que ganaría y mucho, sería el bufete o despacho de Diego Fernández de Cevallos y Lozano Gracia y litigar en esas condiciones, deberá ser divino.
