El filme que realizó bajo la dirección de Woody Allen, le ha traído muchas satisfacciones a Pé.
Diciembre 2004. Hotel Four Seasons de la Ciudad de México. Penélope luce ojeras y continuamente lleva la mano a un pañuelo desechable y éste a su nariz.
Ha pasado días molestos a causa de la gripa. Acaba de estar en la conferencia de Bandidas, al lado de Salma Hayek, y de contar cómo el avión en que ambas venían, estuvo a punto de sufrir un accidente.
“Pero no importa, vamos a darle”, dice al reportero, para comenzar una entrevista.
Así es esta actriz madrileña de 34 años cuando de trabajar se trata. Quienes la conocen dicen que jamás olvida sonreír y bromear. Y este año que apenas comienza, Penélope tiene muchas razones para estar feliz.
Por su trabajo en la película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, ha recibido hasta el momento nueve nominaciones, de las cuales ya ganó cuatro.
Y de las que faltan destacan los Golden Globe, considerados la antesala del Oscar y cuya ceremonia de premiación será dentro de una semana.
Todo apunta a que este año Penélope reciba su segunda nominación al Oscar y la madrileña se limita sólo a sonreír, hasta que no llegue el momento de la verdad, el 22 de enero cuando se den a conocer las nominaciones.
Pé, como es conocida, es la mayor de tres hermanos. Es hija de un comerciante y de una peluquera. Cuando a los 15 años vio Átame, de Pedro Almodóvar, decidió ser actriz.
Y lo que son las cosas: fue un video musical, de la canción La Ferza del Destino, de Mecano, lo que le abrió las puertas por vez primera a un set.
Ya despuntaba su aurea sexy. Entonces el cineasta Bigas Luna le ofreció el papel en Las Edades de Lulú, pero debido a su edad, Penélope tuvo que decir que no.
Tres años después, el mismo cineasta la invitó a Jamón, Jamón. Y Cruz respondió de manera positiva.
“Sí, quiero, porque ahora ya puedo”. Batalló, pero logró un personaje creíble.
“No baso mi felicidad ni en el dinero ni en la fama ni en ese tipo de éxito. Pero tampoco hay que despreciar estas cosas porque luchar con la fama, con el ego, son lecciones en la vida”, dijo en una entrevista.
Y añadió: “Creo que utilizo demasiado el látigo conmigo misma”.
En 1992, ya posicionada como un sex symbol, trabajó en Belle Epoque, de Fernando Trueba, que ganó el Oscar.
Lo demás, aunque con sus asegunes, ya fue fácil. Primero decidió que su físico no sería un pasaporte y desechó hacer desnudos hasta que se le atravesó Abre los Ojos.
En el 2000 no pudo ocultar su alegría y gritó ¡Pedro! a Almdóvar, instantes antes de entregarle el Oscar por Todo Sobre mi Madre.
Cinco años después, a ambos los uniría el proyecto Volver.
¿Cuál ha sido lo mejor de todo esto? Ella dice que aprendió a tener menos miedo.
“Puedo controlar más lo que quiero y lo que no. Sé más y me cuido más. Necesito tiempo para mi familia, para estar tranquila, para dormir, para no hacer nada, para el silencio. No hacer nada de vez en cuando es una disciplina”, expresó.
Quizá por eso la actriz, cuyo nombre le fue puesto por la canción de Joan Manuel Serrat, siempre sonríe. Y se da tiempo para bromear.
Vende los derechos de su novela favorita
Los derechos de Pasión India, la novela favorita de Penélope Cruz, quien contaba con ellos pues pretendía llevar la historia al cine, caducaron y fueron comprados por el productor Luis de Val, que encargará la dirección al cineasta indio-británico Shekhar Kapur.
Hace dos semanas De Val firmó con Javier Moro, autor del libro, la compra de los derechos cinematográficos de la obra, que sólo en España ha vendido un millón de ejemplares.
El productor no descarta un acuerdo con Penélope Cruz, a quien quiere en el personaje de “Anita Delgado”, una joven andaluza que a los 17 años dejó su país para viajar a la India y contraer matrimonio con el rico maharajá de Kapurthala.
Cruz, quien recién fue nominada a un Globo de Oro por su papel en Vicky Cristina Barcelona, siempre soñó con dar vida a la malagueña, pero debido a sus múltiples ocupaciones le fue imposible realizar dicho proyecto.
Ahora, el también escritor y periodista Luis de Val, quien ha tomado el testigo y su experiencia en proyectos con cineastas tanto españoles como extranjeros, augura éxito a la producción.
Por otro lado, la empresa de De Val, Media Films, ya co-produjo un filme que protagonizó en 2005 Penélope Cruz, Juegos de Mujer, Días de Pasión, de John Duigan, en la que la española compartió créditos y escenas lésbicas con Charlize Theron.