La "filariosis canina" o más popularmente conocida como enfermedad del gusano del corazón es una grave patología en los perros, producida por un parásito (Dirofilaria immitis), que se diagnostica cada vez con mayor frecuencia en nuestro entorno y cuidado, pues se trata de una zoonosis (enfermedad de transmisión de los animales al hombre).
La filariosis es una enfermedad cardiopulmonar, se trata de una nemátodo o lombriz, que alcanza de adulto un tamaño de 20 centímetros y se aloja en el corazón de los perros.
Su contagio se produce por la picadura de un mosquito que, tras de haber absorbido los parásitos de un perro enfermo, transporta en su interior las larvas o microfilarias; que al ser inoculadas a otro perro sano, migran por el organismo sufriendo una transformación hasta convertirse en gusanos adultos y alojarse en el corazón.
En nuestro país existe una gran variedad geográfica en cuanto a su incidencia, siendo bastante frecuente en las costas, y debido a las rápidas vías de comunicación se extiende de una manera acelerada. Los perros más afectados son los de ambiente rural, los que viven permanentemente en el exterior, de caza o pastoreo, etc. debido a su mayor exposición a los mosquitos.
La presencia del gusano en el corazón origina una fuerte reacción inflamatoria local, tanto en las arterias pulmonares como en el propio corazón lo que produce un mal funcionamiento del mismo. La formación de trombos y émbolos parasitarios conducen a una hipertensión pulmonar, que se manifiesta por tos, disnea, intolerancia al ejercicio, hemorragias nasales, anemias, etc.
Una vez instaurada la enfermedad, el tratamiento es muy complicado y precisa de un medicamento que elimine por un lado los gusanos adultos, y por otro un fármaco que destruya las formas larvarias. Además es necesario tratar de forma sintomatológica todas las complicaciones cardíacas, pulmonares y sanguíneas que el parásito ha producido. Al destruir los gusanos se producen trombos o coágulos sanguíneos que pueden resultar muy graves, debiendo por ello realizarse de una forma muy controlada que minimice los riesgos. En algunos casos la única solución es la extracción quirúrgica de los gusanos situados en las arterias, técnica compleja y de alto riesgo.
De lo explicado anteriormente es fácil deducir que el pronóstico de esta enfermedad es más bien oscuro, cuando ya ha provocado un cuadro clínico de gravedad.
Afortunadamente la tecnología ha puesto en nuestras manos un nuevo preventivo de forma anual, ya que anteriormente se aplicaba el fármaco de manera mensual y con un grado más elevado de riesgo. Este nuevo medicamento también incluye a las razas que con anterioridad eran prohibidas por su alto grado de susceptibilidad al medicamento.
Una recomendación muy importante, por la alta tecnología del fármaco, solamente será aplicado en las clínicas veterinarias, dude de vacunadores ambulantes y farmacias veterinarias que pueden poner en riesgo la salud de usted y de su mascota.