Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

PEQUEÑAS ESPECIES

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

CARTA DE UNA PROTECTORA DE ANIMALES

Usted por supuesto no me conoce ni yo tampoco lo conozco y lo más probable es que nunca nos encontremos fuera de este medio cibernético, pero bendito sea Dios que existe porque sin él no estaría yo tratando de contarle esta pequeña historia.

Para empezar, le diré brevemente que actualmente soy un ama de casa jubilada del gobierno federal, tengo 63 años cumplidos hace algunos días (25 de octubre), y hace aproximadamente cuatro años, cuando yo servía como misionera en mi parroquia aquí en mi querido Lerdo, teníamos que rezar el rosario de madrugada por los l3 o l5 días que duraba cada etapa de misión, la última de 2005, últimos de septiembre llegué a las 5:30 a.m. a la plaza frente a la iglesia y al empezar a caminar por las 17 calles que recorríamos diariamente rezando y cantando iluminadas con un cirio, de pronto aparecieron un par de cachorros callejeros, flacos, uno de ellos con sarna y desprendiéndose su pelaje, el otro de mejor vista alegre y saltarín, ambos de color negro con algunas manchas blancas apenas distinguibles por la mugre. ¿Por qué le cuento todo esto?, ese par nos acompañó durante todo el trayecto, y al final antes de entrar a misa de 7 am. ellos regresaron a la plaza a dormir (si todo hubiera quedado ahí no se lo relataría); lo bello de esto fue que los siguientes 14 días el perrito saltarín y menos dañado hizo lo mismo cada día. Recorría con nosotros todas las calles y al final regresaba a la plaza a dormir o buscar un poco de agua o comida, terminó la misión. Del otro perrito enfermo de sarna y famélico ya no supimos nada, tal vez la perrera, tal vez el hambre,... Le comento que además de misionera soy catequista infantil desde hace algunos años, así que el siguiente sábado al dirigirme a mi clase con los niños cual no sería mi sorpresa al ver a mi perrito más flaco, enfermo, golpeado y sin poder sentarse ni para comer, ni para dormir, fue tanta la impresión que no supe qué hacer de pronto. Al llegar el domingo, estando en misa de los niños (10 de la mañana) llega mi hermana y me dice: en la plaza está el perro que me platicaste y si no hacemos algo por él no pasa este día, de inmediato pensé en Lalo un muchacho que tiene una farmacia veterinaria y que sin ser MVZ, empíricamente hace verdaderos milagros con la única ayuda de Dios y sus pocos conocimientos que ha adquirido con la práctica, así que me fui a toda prisa y él como siempre acudió al llamado recogió al perro en sus brazos lo subimos al coche de mi hermana y lo llevamos a su farmacia, ahí lo revisó, no estaba fracturado GAD, brincaban las pulgas por todos lados, le inyectó para el dolor, le curó sus heridas le dio una vitamina y así me lo llevé a casa, en la cochera que es amplia le preparé un cobertor una almohada agua y comida, no se podía mover, si se paraba ya no se sentaba y su cuadro era triste, así que lo cuidamos durante una semana yo lo acostaba cuando se levantaba pidiéndole a Dios que lo sanara, Lalo lo inyectaba diariamente mañana y noche por cuatro días, el jueves que le estaba pidiendo a la Virgen María que le dijese a su hijo Jesús que lo sanara porque de alguna manera ese perrito había misionado con nosotros, por la ventana de la sala vi de pronto que mi perrito ya estaba sentado por sí solo, (en un principio mi hermana se lo iba a llevar a su trabajo porque yo no lo quería), pero bastaron cuatro días para que ya no pudiera separarme de él; a partir de ese día se adueñó de mi casa pero sobre todo de mi corazón, el nueve de octubre cumplió cuatro años en esta casa, él vive en la cochera (no tengo carro), es muy amplia, con él juego todas las noches, platico, lloro, río, (sólo tengo un hijo), aún cuando tengo migraña él hace que me levante y vaya a darle sus alimentos, ¿cómo se llama mi perro? Sencillo y obvio misionero, y para mí, es más fino que cualquier Doberman, Gran Danés, o cualquier perro de raza. Es negro, con una cruz blanca en el pecho, y sus cuatro patas tal pareciera que tienen botas blancas, sobra decir que Lalo se ha convertido en su protector, lo vacuna, lo revisa, siempre estando consciente de que si algún día necesitara algo más serio lo canalizaríamos a un MVZ "oficial". Y ésta es la historia de Misionero. Porque me atreví a contarle todo esto médico, pues porque este domingo al leer su columna que no se me pasa ningún día, lloré con su relato de los que abandonan las mascotas en esos lugares infames y crueles, para darles el peor de los finales. Dios lo bendiga por esos hermosos relatos que nos narra cada domingo la mayoría los tengo archivados (también tengo un gato Siamés), gracias médico, porque aún existen personas con su calidad humana. Salud y bienestar por siempre, y que esta Navidad Jesús Niño lo bendiga Paz y Bien. A usted y toda su familia. Ojalá no le quite su valioso tiempo al leer este correo. Su amiga cibernética Chepina-Ktekista, (dijo Lalo que cuando lo encontré mi perrito tendría aprox. 6 ó 7 meses de vida).

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 481656

elsiglo.mx