Tradición. Momentos de la procesión realizada en la madrugada del jueves en Taxco, Guerrero. Pasión. Desde 1949 los fervientes católicos de Taxco realizan la precesión de Crisco con flagelaciones y encruzados. ARCHIVO
Los flagelados", "los encruzados", con enormes trozos de zarzamora atados a los hombros, descalzos y encadenados de los tobillos, escenifican la Pasión y Crucifixión de Jesucristo en esta cuidad, donde el fervor religioso permanece fiel desde 1949.
En agradecimiento por aquel "que se hizo hombre y fue a la cruz", para expiar los pecados de la humanidad, miles de personas, entre penitentes, feligreses y visitantes, recuerdan después de más de 2 mil años la Muerte, Crucifixión y Resurrección de Jesús.
Los hombres en señal de penitencia se autoflagelan con un pequeño lienzo, cuya punta lleva clavos, con el cual durante a lo largo de los dos kilómetros de recorrido se arrodillan y se autoflagelan, para limpiar no sólo sus pecados personales, sino por los de la humanidad.
Por aquellos que han apartado sus vidas del camino de Dios, cometiendo asesinatos, las mujeres cubriendo sus rostros con túnicas negras, descalzadas y atadas de los tobillos con largas cadenas caminan agachadas, con una vela encendida en las manos.
La Semana Santa en Taxco de Alarcón, tal y como se conoce en la actualidad, inició su escenificación en 1949, de acuerdo con los antecedentes históricos, y desde entonces se efectúa interrumpidamente. En ella, hombres y mujeres de fe, como le llaman ellos, han decidido representar el sufrimiento de Jesús en la Cruz.
En esta ciudad colonial, como la conocen los guerrerenses, participan cientos de penitentes, unos se autoflagelan, otros cargan enormes trozos de zarzamora, y recorren durante varias horas las empedrados calles del lugar, ubicado en las Montaña de la zona Norte de Guerrero.
Las escenificaciones comienzan desde el miércoles por la tarde, se repite el jueves, la representación más grande se lleva a cabo el viernes, cuando se flagela y muere Jesús. La representación tan real, conmueve a miles de feligreses que se congregan durante ese día.
Los varones, además, cargan en los hombros hasta 70 kilos de varas de zarzamora con espinas, cortados en la parte alta de los cerros de Taxco, con varias horas de anticipación.
Las varas miden no menos de dos metros, las cuales son atadas a lo largo de los brazos, y así permanecen durante más de tres horas que duran los recorridos. De acuerdo con datos de la parroquia de Santa Prisca, cada año, por los menos 25 hermandades religiosas se dedican a la preparación de los penitentes, quienes durante todo el año, participan en retiros católicos, asisten a misa, y son vigilados para que no incurran en "pecados". Ayer Jueves Santo, durante toda la mañana la imagen de Padre Jesús permanece en el Atrio de Santa Prisca habilitada como el "Huerto de Getzemaní", por la tarde se escenifica la "Última Cena" y el "Lavatorio de los Pies'.
