Tensión. Todas las corporaciones acudieron al Cereso para evitar que se registrara una nueva riña porque los internos amenazaban con enfrentarse durante la hora de visita. Las mujeres ingresaron poco antes de las 2 de la tarde.
Gómez Palacio
De nueva cuenta ayer por la mañana se activó el Código Rojo en el Centro de Readaptación Social (Cereso) para disuadir un conato de riña en el interior del penal.
El director interino del Cereso, Israel Villalobos, aseguró que no se registró ninguna riña, aunque reconoció que el ambiente seguía muy tenso entre los grupos de internos, pero afirmó que no hubo personas fallecidas ni lesionadas.
A las 10:30 de la mañana se activó el Código Rojo cuando varios internos se brincaron al área muerta, que está entre la malla interior y la barda perimetral, normalmente los reos hacen esto para llamar la atención de los custodios que están en las torres, cuando quieren evitar que otros presos los ataquen.
En cuestión de minutos empezaron a llegar las corporaciones policiacas, los estatales, federales y municipales para controlar la situación y evitar el enfrentamiento. Desde el aire el helicóptero volaba alrededor del penal.
La movilización alarmó a las mujeres que estaban formadas esperando su turno para ingresar a la visita, hasta ese momento nadie había ingresado.
Las mujeres empezaron a exigir la intervención de Derechos Humanos para que verificaran el estado en que estaban los internos, pues afirmaban que los estaban golpeando y que no les daban alimentos, estos señalamientos fueron desmentidos minutos después por el director interino
A las 11 de la mañana una de las mujeres recibió una llamada de su marido desde el interior del penal, ella puso el altavoz y todos los presentes pudieron escuchar que el interno le decía que no había ninguna riña en el penal.
Esto causó la molestia de las mujeres que empezaron a gritar para exigir que las dejaran entrar a ver a sus familiares.
A las 11:15 de la mañana salió el director interino, Israel Villalobos, a dialogar con las mujeres, les dijo que había tensión entre los internos, pero les aseguró que no había motín ni riñas, por lo que nadie estaba lesionado.
El funcionario les dijo que se había activado la alarma para evitar enfrentamiento y les aseguró que a las 12:20 horas se tendría todo bajo control para dar paso a las visitas. Además les recalcó que todas las acciones estaban encaminadas a proteger a los reos.
Las acciones se prolongaron durante más tiempo y fue hasta las 13:40 horas cuando empezaron a entrar las visitas, mientras seguía la vigilancia de la Policía Municipal en el perímetro del penal, los soldados y agentes federales estaban dentro.
