El tronco de los “Reveles” en Juanchorrey comenzó con don Juan Reveles, casado con doña Pioquinta de la Torre Sánchez, nacida en Juanchorrey, aproximadamente en 1829, hija de don Antonio de la Torre Montes, séptima generación del árbol troncal de los De la Torre y de su esposa doña Soledad Sánchez Marcos, quienes procrearon, entre otros hijos, los siguientes: Francisco, Vicente, María Josefa y Jesús, todos Reveles de la Torre.
Francisco Reveles de la Torre se casó con doña María Dorotea Murillo de la Torre y procrearon a: Casimiro Reveles Murillo, nacido en Juanchorrey en 1892 y casado con Inocencia Robles Correa; a Lucía Reveles Murillo, nacida en Juanchorrey y casada con Pascual Nava Sánchez; a Catalina Reveles Murillo, nacida en Juanchorrey y casada con José Ávila.
Vicente Reveles de la Torre, nacido en Juanchorrey y casado con doña Magdalena Carlos, quienes procrearon a: Jesús Reveles Carlos, nacido en Juanchorrey y casado con Lazarita Sánchez González; a Francisca Reveles Carlos, nacida en Juanchorrey y casada con Mateo Nava; a María Reveles Carlos, nacida en Juanchorrey y casada con Fidel de la Torre Gamboa; a Ignacio Reveles Carlos; a José Reveles Carlos; a Carlota Reveles Carlos, nacida en Juanchorrey y casada con Teodoro de Luna; a Diego Reveles Carlos, nacido en Juanchorrey y casado con Luisa Sánchez Nava; y a don Albino Reveles Carlos, al que me referiré en este artículo:
Don Albino nació en Juanchorrey el día primero de marzo de 1891 y falleció el primero de enero de 1990, muy cercano a cumplir los cien años, se casó, primero, con doña Pascuala Sánchez Nava, su prima cercana, y procrearon a Luis Reveles Sánchez, que a su vez se casó con Vicenta Nava González; a Vicente Reveles Sánchez que casó con Julia García; a Antonia Reveles Sánchez que se casó con Guillermo González, a Jesús Reveles Sánchez que casó con Rafaela Nava, Dorotea Reveles Sánchez, a Juan Reveles Sánchez y a Francisco Reveles Sánchez. Ya de viudo contrajo segundas nupcias con María Barrios. Su nieta Lilia de la Torre Reveles escribió una pequeña novela dedicada a su abuelo, en forma biográfica, y en parte dice:
“Don Albino, profundamente devoto de la Santísima Virgen, decidió construir una capilla a la Virgen de Fátima en la sierra de Juanchorrey, en el rancho de El Venado, propiedad de don Albino.
“En los primeros días de abril de 1955 ya estaba construida la pequeña capilla. La capilla era muy pequeña y a don Albino le nació la idea de hacerla más grande para que en las fiestas pudiera tener mayor cupo de personas devotas de la Virgen de Fátima y al primero que le comunicó su idea fue a don Sebastián González Félix, hijo predilecto de Tepetongo, Zacatecas, quien le ofreció todo su apoyo en esa obra.
“El día 20 de diciembre de 1956, el presbítero don Guadalupe Trejo, Vicario de Juanchorrey, con subdelegación del señor cura de Adjuntos del Refugio, colocó la primera piedra del templo dedicado a la Virgen de Fátima, que para estas fechas es muy venerada en su rinconcito de la sierra de Juanchorrey. Cada año hacen dos o tres fiestas, a las que acuden paisanos de todas las latitudes de la República Mexicana y de los Estados Unidos de Norteamérica”.