El cura don Miguel Hidalgo y Costilla, dio el Grito de Independencia en el pueblo de Dolores, Hidalgo en 1810.
RUMBO AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO Y AL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Hidalgo inició la Independencia de México en 1810. Su nombre completo era: José, Miguel, Gregorio, Antonio, Ignacio Hidalgo y Costilla, nacido el ocho de mayo de 1753, en la jurisdicción de Pénjamo, Gto., siendo hijo de don Cristóbal Hidalgo y Costilla y de su esposa doña Ana María Gallega. Fue bautizado el 16 de mayo de 1753 en la capilla de Cuitzeo de los Naranjos, Gto., según consta en el acta de nacimiento que figura en el libro I, tomo I, de mi obra "La Independencia y los Presidentes de México", inédita.
Estudió en el Seminario del Colegio de San Nicolás, en Valladolid, hoy Morelia, Mich., hasta ordenarse sacerdote. Estuvo de párroco en varios lugares y entre ellos Colima, pasando después a San Felipe Torres Mochas, cercano a Dolores, Hidalgo.
Desde el año de 1800 hasta el 1809, participó en los Brotes de Independencia que se rebelaban contra el Gobierno Colonial del Virreinato y por tal motivo tenían reuniones secretas en Querétaro, en la Casa del Corregidor don Miguel Domínguez, con la participación muy activa de doña Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del Corregidor y fue ella quien mandó un propio con recado para el cura Hidalgo diciéndole que habían sido descubiertos, por lo que se aceleró el inicio del Grito de Independencia.
En Dolores, Hidalgo, el cura don Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga, juntamente con el capitán don Ignacio Allende, don Mariano Abasolo, don Juan Aldama y otros, liberaron a los presos del lugar y acudieron junto con Hidalgo y la iglesia de San Miguel Allende y a las horas del amanecer, replicaron las campanas del templo, donde se reunió el pueblo en la mañana del 16 de septiembre de 1810 y al grito de Viva América, Viva Fernando Séptimo, pertrechados con machetes, palos, rifles, flechas, etc., emprendieron la marcha rumbo a la libertad, pasando por el poblado de Atotonilco, donde el cura Hidalgo cogió un óleo con la Virgen de Guadalupe, como bandera en la lucha iniciada... llegaron a San Miguel el Grande, luego rumbo a Guadalajara y después a Valladolid, teniendo fuertes enfrentamientos con las fuerzas del Gobierno Virreinal.
Batalla del Monte de las Cruces. El Virrey Venegas, al enterarse de la proximidad de los ejércitos de Hidalgo, mandó sus fuerzas al mando de don Torcuato Trujillo para enfrentarse a Hidalgo en cruenta batalla el 28 de octubre.
El 11 de enero de 1811, Hidalgo abandona Guadalajara con rumbo a Zapotlanejo, para enfrentarse poco después a las fuerzas virreinales en sangrienta batalla del Puente de Calderón, donde se le mermaron hombres y armamento, por lo que emprendió la marcha hacia el norte, pasando por Aguascalientes y Zacatecas, con rumbo a la frontera para comprar armas. Penetraron a territorio coahuilense, pero ya Hidalgo sólo era figura sin mando, porque el que llevaba la dirigencia era el capitán don Ignacio Allende, al que se había unido el capitán Elizondo con algunos recursos y tropas de su mando, pero sólo le guiaba la traición que consumó contra los jefes insurgentes, en Acatita de Baján, Coah., haciendo prisionero a Hidalgo y demás jefes que fueron trasladados, unos a Durango y otros a Chihuahua, donde estuvo preso Hidalgo y después de un juicio fue fusilado y enviado su cadáver y su cabeza decapitada junto con las de Allende, Aldama y Jiménez, fueron colgadas, una en cada esquina de la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato, donde permanecieron cerca de diez años, hasta ser rescatadas por los Insurgentes que dominaron Guanajuato.