Don Agustín de Iturbide, coronado Primer Emperador de México, asistió a la Catedral de la Ciudad de México para la misa solemne, vistiendo el uniforme de gala, de Coronel del Regimiento de Celaya, Gto., Méx.
RUMBO A LA CELEBRACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO Y EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Datos del Tomo I, del libro 5o., de mi obra inédita "La Independencia y Los Presidentes de México", segunda parte. La Primera Regencia se disolvió por el Congreso, al destituir a tres de sus miembros, que fueron el obispo de Puebla don Antonio Pérez, al Dr. don Manuel de la Bárcena y a don Manuel Velázquez de León el 11 de abril de 1822.
Se nombró una Segunda Regencia con don Agustín de Iturbide como Presidente, con don Nicolás Bravo, el Conde la Casa de Heras y Miguel Valentón, al no aceptar Fernando VII la Independencia de México en que se le proponía como Emperador. Después de esa negativa, los miembros de la Junta y el Congreso estaban abiertamente en favor de que Iturbide fuera nombrado Primer Emperador de México, a la usanza de muchos imperios europeos de la época. Lo apoyaban los siguientes militares importantes: Gral. don Anastasio Bustamante, don Antonio Andrade, don Luis Quintanar, don Manuel Soto Rivas, don Antonio López de Santa Anna, don Luis Cortázar y don Vicente Filisola. Otros estaban a la espectativa o en contra, como el Gral. Vicente Guerrero don Miguel Barragán, don Juan Antonio de la Garza don Pedro Celestino Negrete, don Guadalupe Victoria y otros.
En el Congreso de la Unión, el que propuso a Iturbide para Emperador, fue el Dr. don Valentín Gómez Farías que en la sesión del 18 de mayo de 1822, dijo un importante discurso lleno de emoción, votando la mayoría en favor de la coronación de Iturbide, cuya corona rechazó Fernando VII.
El Soberano Congreso expidió el decreto correspondiente, decretando que la monarquía mexicana, además de ser moderada y constitucional, es también hereditaria".
El acto solemne de la coronación de Agustín Primero fue el 21 de julio de 1822, adornando la fachada del Palacio con Gallardetes, guirnaldas y colgaduras vistosas. Desde el amanecer empezaron a repicar las campanas y los 21 cañonazos cada hora. Se nombraron dos comisiones de 24 diputados cada una, para acompañar al Emperador desde su casa hasta Catedral. Iturbide iba vestido con el uniforme de gala, de Coronel del Regimiento de Celaya. Bajo toldo, se dirigió a la Catedral por las calles de Plateros, Portal de las Flores y frente al Palacio.
Poco duraron las glorias del Imperio porque comenzaron las conspiraciones y el rechazo de la gran logia masónica, agrandándose los resentimientos entre el Congreso y el Emperador, que además de Santamaría, lo eran el ecuatoriano Roca Fuerte, don Miguel Ramos Arizpe, don José Mariano Michelena y en Veracruz don Antonio López de Santa Anna, así como don José Dávila, que estaba posesionado del Castillo de San Juan de Ulúa y en Tamaulipas, don Felipe de la Garza. A las 12 del día dos de noviembre de 1822 se presentó el brigadier don Luis Cortázar ante el Congreso y lo disolvió por órdenes del Emperador, Junta Institucional, creada por Iturbide, para remediar en parte la disolución del Congreso, estaba compuesta por diputados de algunas provincias, encabezándola el Obispo de Durango Márquez Castañeda. Ante la gravedad del asunto, Iturbide abandonó México el 20 de marzo de 1823 y desde Tacubaya envió al Congreso su dimisión al trono y abandonó el país.
Se formó la Junta del Supremo Poder Ejecutivo del uno de abril de 1823 hasta el 14 de julio de 1824.
Iturbide regresó al país, fue aprehendido y procesado el 19 de julio de 1824 le notificaron la sentencia de muerte, tenían mucha prisa, pues a las tres de la tarde fue ejecutado. Firme dijo: "Muero por haber venido a ayudaros y muero gustoso entre vosotros...". Sus restos están actualmente en la Catedral de México.
