La canciller del gobierno depuesto de Honduras, Patricia Rodas, pidió hoy que tanto Estados Unidos como el resto de América suspendan las compras a su país, como una manera de presionar al régimen de facto que lo gobierna.
'El gobierno de Estados Unidos podría aplicar sanciones directas contra los responsables de golpe de Estado, que sabemos que son también los exportadores a este mercado, y quienes aún tienen oxígeno para financiar a militares y para comprar aparatos de tortura', dijo Rodas.
En una conferencia de prensa en las Naciones Unidas, la canciller asentó que también han pedido a 'los países del continente, que forman parte del grupo de cancilleres que han visitado nuestro país' que congelen las exportaciones de Honduras hacia sus países.
'No se trata de ahogar el comercio de un país ahogado ya por los golpistas, sino de ahogar los negocios de quienes financieramente siguen apoyando, a través de sus bancos y sus empresas, el salario de quienes torturan y persiguen hondureños', enfatizó Rodas.
La funcionaria indicó que más del 70 por ciento de las exportaciones de Honduras las realiza a Estados Unidos 'un pequeño grupo' de empresarios a los que ella relacionó con el gobierno golpista de su país.
Solicitó además al gobierno de Estados Unidos a que congelara el capital que a través del Departamento del Tesoro ofrece como financiamiento privado y público, y que cuenta por alrededor de 70 por ciento de la inversión en Honduras.
Rodas, así, pidió actuar a 'quienes podrían evitar el terrible asedio de quienes siguen alimentando las fuerzas armadas de Honduras y siguen alimentando financieramente al régimen golpista'.
Durante la conferencia, además, la canciller explicó que el depuesto presidente José Manuel Zelaya ha ofrecido hasta el 15 de octubre como fecha límite para que lo reinstalen en el poder.
'A partir de esa fecha, la comunidad internacional deberá comenzar a exigir y a revisar la necesidad de imponer más profundas sanciones y obligaciones al régimen de facto', expresó Rodas.
Finalmente, la funcionaria aclaró que las elecciones presidenciales, programadas para noviembre, no serán una solución al problema de inconstitucionalidad hondureño, y pidió a la comunidad internacional no caer en la tentación de legitimar las elecciones.
'No podemos permitir que una ilegalidad resuelva otra ilegalidad', enfatizó Rodas sobre los comicios.
