La directiva del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el mayor de la izquierda en México, debería renunciar a sus cargos tras el fracaso en las elecciones legislativas intermedias del pasado 5 de julio, afirmó hoy el líder moral y fundador de ese grupo político, Cuauhtémoc Cárdenas.
En una carta abierta dirigida a los militantes del PRD, el también hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) se muestra contrario a amnistiar a miembros del PRD que hicieron campaña a favor de otros grupos políticos en esos comicios.
Entre estos últimos se destaca el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien llegó incluso a apoyar en su publicidad y en mítines a aspirantes a diputados o alcaldes del Partido del Trabajo (PT) y de Convergencia.
Cárdenas dice estar "seriamente preocupado por el descrédito y la pérdida de autoridad moral" del PRD, que pasó de ser la segunda fuerza política en la Cámara de los Diputados con 125 de los 500 escaños que hay, a tener unos 70 diputados, a la espera de que los resultados sean definitivos.
Para el político mexicano en esta coyuntura no debe haber "una amnistía para que se mantengan como militantes" quienes contendieron en contra del partido y a favor de otros.
Recordó que la reunión celebrada en Morelia, capital del estado de Michoacán, tras los comicios, donde se hizo un "llamado abstracto a la unidad" de la agrupación, carece de sentido porque hay diferencias de fondo en cuanto a programas y principios de esta formación.
El PRD actual, tal como está, "es incapaz de dar viabilidad a su proyecto democrático y progresista de nación y, sobre todo, no le es de ninguna utilidad al pueblo mexicano", apunta Cárdenas.
El líder de la formación y ex aspirante presidencial hizo un llamado a una "seria reflexión autocrítica" y demandó la renuncia del Consejo Nacional perredista y de su presidente, Jesús Ortega.
"Estamos ante la última oportunidad para que no se pierda un instrumento que con el sacrificio y el esfuerzo de miles de mujeres y hombres de todos los rincones de este país fue construido", agrega.
En respuesta a la carta de Cárdenas, Ortega anunció que no renunciará y aseguró que continúa trabajando por preservar la unidad del partido.
El cisma dentro del PRD se remonta a las pasadas presidenciales del 2 de julio de 2006, cuando López Obrador perdió por una exigua diferencia de 0,56 puntos porcentuales (unos 230.000 votos) frente al actual mandatario mexicano, Felipe Calderón, del conservador Acción Nacional (PAN).
Un sector del PRD siguió una estrategia continuada de no reconocimiento de Calderón impulsada por López Obrador, mientras que otro, representada por Ortega, se mostró dialogante con el jefe del Ejecutivo y apostó por seguir haciendo política dentro de las instituciones.
